Una de mis cenas favoritas cuando empieza el frío son los purés de verduras y digo “los” porque creo firmemente en la variedad de purés de verduras y no en tener “un” puré de verduras en la vida y poco más. Con la de verduras que hay y las posibilidades que ofrecen, realmente ¿vamos a comer sólo uno? Por supuesto que no! Así que entre las muchas variantes que se le pueden y deben poner a los purés de verduras como las especias, cambiar aceite por mantequilla, distintos caldos, añadir diferentes quesos o leches veganas también está la de añadirles frutos secos.
Estamos en plena temporada de castañas y yo he desarrollado una especie de adicción, así que aso castañas todo el día aplicadamente. Como a veces me sobran pues las voy incluyendo en cosas como en este puré. Os lo cuento!
Ingredientes
Las castañas
Coged aproximadamente unas 10 castañas, les hacéis una cruz con un buen cuchillo (que son duras) para abrir la piel y que se hagan bien por dentro. Las colocamos en la bandeja del horno con un papel de horno debajo y las ponemos en la parte alta del horno unos 20 minutos a unos 170ºC. Movedlas a los 10 minutos un poco y cuando estén listas, torraditas y se hayan abierto bien, las sacáis y las dejáis enfriar.
Una vez frías las peláis y las reserváis.
El puré
Pelamos el ajo, las zanahorias y el nabo. Limpiamos bien el apio y pelamos las patatas. Calentamos un poco de aceite de oliva y sofreímos el ajo con el puerro, dejamos que se doren, que cojan colorcito y añadimos las zanahorias en rodajas, las patatas y el nabo en trozos. Añadimos agua hasta cubrirlas y dejamos que se cuezan las verduras a fuego medio.
Cuando estén bien cocidas, pero no deshechas, que no es necesario y pierden sabor y propiedades! Añadimos la leche de avena para darle cremosidad y añadimos las castañas en trozos, partidlas con la mano. Mezclar todo bien y retirar del fuego.
Dejad que enfríe un poco y lo pasáis por la licuadora. Cuando lo tengamos bien licuado le añadimos sal y pimienta al gusto y listo, un par de cenas resueltas!