El estofado tiene origen Húngaro, en el Goulash, que es un plato muy antiguo del centro de Europa, pero a nosotros nos llego por los Españoles a través de los guisos o potajes de carne de toro.
Nosotros lo adoptamos con carne de vaca y se popularizó con el pollo aunque persisten ambas versiones.
Sea como sea, el estofado, plato de raíz europea llego a Perú y como todo lo que toca esas tierras se fusionó. Le pusimos pasas y como no, arroz. El resultado es un estofado que sabe a casa y con un puntito especial.
Esta es mi versión del estofado clásico de pollo.
Ingredientes
- 6 muslitos de pollo (se puede hacer con cualquier parte del pollo)
- 1 cebolla blanca
- 2 dientes de ajo
- 1/2 vaso de vino tinto
- 2 zanahorias en rodajas
- 1 taza de guisantes
- 1/2 taza de pasas
- 4 patatas pequeñas
- Aceite de oliva
- sal y pimienta
- 1 taza de caldo de ave (1 cubito disuelto en 1 taza de agua)
- 1 lata pequeña de pasta de tomate o tomate frito
Poner en una olla grande a calentar el aceite. Cuando el aceite este caliente dorar los muslitos de pollo por todos sus lados y reservar en un plato.
Picar los ajos y la cebolla en trocitos. Picar las zanahorias peladas en rodajas. Pelar y picar las patatas en cubitos.
Calentar otra vez aceite y dorar los ajos y la cebolla. Cuando estén blanqueados añadir las zanahorias y las patatas y dorar un momento.
Añadir los muslitos de pollo y la pasta de tomate y saltearlo todo. Añadir el caldo, el vino, los guisantes, las pasas, la sal y la pimienta.
Dejar cocer a fuego lento hasta que las patatas estén bien cocidas y el pollo hecho (unos 40 minutos).
Apagar y dejar reposar unos minutos antes de servir. Servir con arroz blanco de grano largo.