Hoy os traigo un desayuno de campeones en toda regla. Antes que nada, no, no me he hecho vegana. Sino siendo feliz comiendo carne pero si que como mucha menos y estoy incorporando a mi dieta más vegetales, especialmente crudos. En este proceso estoy investigando mucho y la cocina vegana tiene muchas cosas interesantes para experimentar. Tampoco estoy en contra del gluten (No sin mis panes!) Pero de vez en cuando está bien consumir otro tipo de harinas que no sea la de trigo (refinado especialmente) que por muy rica que sea poco nos aporta en la vida nutricional.
Dicho esto, tenía ganas de probar esas cosas que parecen imposibles de la repostería vegana como conseguir hacer masas, salsas y cosas ricas sin harina, azúcar, leche o huevos y que te dejan dándole vueltas a la existencialidad de como lo consiguen.
En este caso hice unas tortitas hechas con harina de avena, chia y leche de almendras y una salsa de chocolate (de morir) hecha a base de judías azuki ( sí, judías de las de comer salado y esas cosas). No es muy complicado salirse del mundo laceto-ovo-gluten pero si que requiere unos ingredientes especiales que usualmente no tenemos en casa, o sí eso ya depende de vosotros. Yo os cuento como va y vosotros os hacéis con ellos.
Ingredientes
Para las tortitas
Para la salsa de chocolate
Para hacer la receta hay dos pasos previos. Uno es cocer las judías y para etso tenemos que empezar la noche anterior poniéndolas en remojo. Por la mañana las ponemos en agua y a cocer, así, sin nada. Cuando estén listas las retiramos y dejamos que se enfríen.Si esto es mucho jaleo unas judías de bote ya cocidas y bien lavadas funcionarán estupendamente. Si son de las normales poner menos cantidad ya que son más grandes.
Lo segundo que tenemos que hacer como paso previo es activar nuestra chia. Las semillas de chia cuando se mezclan con agua cogen una consistencia viscosa muy parecida al huevo crudo y he ahí el primer truco! La chia es nuestro huevo. Así que ponemos las semillas en un cuenquito con un poco de agua y las dejamos unos 20 minutos. Ya tenemos el huevo.
La avena hay que hacerla harina si no tenéis harina de avena como tal. Tan simple como poner los copos en un procesador y listo, harina.
Ahora con todo eso listo ya hacemos las tortitas. Esto es bastante intuitivo. Poner la harina de avena, una pizca de sal, una cucharadita de azúcar de coco, y un par de cucharadas soperas de la chia. Si vemos que queda muy pastoso, lo soltamos con la leche de almendras hasta que tenga contextura de masa de tortitas. No tiene más ciencia amigos.
Calentamos una pizca de aceite de coco en la sartén y vamos haciendo nuestras tortitas. No esperéis que sean iguales a las tradicionales ya que no lo son. Son un poco más densas y con más peso pero están muy buenas, probad.
Una vez que tenemos las tortitas hechas y esperando, hacemos la salsa de chocolate. Para la salsa en una licuadora ponemos 2 cucharadas grandes de cacao 1 cucharada de azúcar de coco y 1 de panela. Añadimos una media taza de judías ( depende de cuanta cantidad queráis hacer podéis ir aumentando), añadimos leche de almendras y licuamos.
Vamos viendo nuestra salsa. ¿Muy líquida? Más judías, ¿Muy espesa? leche de almendras y probando la cantidad de azúcar hasta que esté a nuestro gusto. Esta salsa es la leche y vale para un montón de cosas! Después de este desayuno ha caído sobre unas peras de postre o sola como unas natillas espesándola un poco. Con todos esto ya listo montamos nuestras tortitas, un poco de chocolate y yo le añadí un plátano para redondear y un poco de crunchy de espelta para decorar . Un desayuno de 10 y con la sensación de haberme comido un chute de salud!