Pocas cosas hay más peruanas que la quinua. Eso está claro y como tal los peruchos hacemos muchas cosas con ella desde comerla guisada,en sopas, cocida, horneada, rebozada, en dulces, en salado, con picante… Vamos, que el grano estrella de los andes es muy versátil y la creatividad, también.
Una de las cosas más clásicas es la ensalada de quinua. La echamos en ensaladas varias como un ingrediente más o como en este caso hacemos una especie de tabulé de quinua con diferentes versiones. Hoy os traigo una versión cruzada ya que tira un poco de inspiración mexicana y árabe pasando por judías japonesas. Así es la vida. Todo se mezcla y así nos gusta más. Os lo cuento.
Como veréis si habéis leído la receta anterior soy muy de hacer cantidad de granos o legumbres que tomen tiempo y aprovecharlas para varias cosas. Así las judías ya las tenía hechas de la salsa de chocolate del post anterior. Pero ya sabéis, dejarlas remojando por la noche y cocerlas sólo en agua. Cuando estén listas las guardamos para hacer cosas como esta. Sí no tenemos judías azuki podemos tirar de otras o de unas buenas de bote bien lavadas. Sea como sea tenemos una taza de las judías preparadas.
Preparamos la quinua. La vamos a dejar remojando en agua al menos media hora, que le viene bien. Pasado este tiempo la lavamos bien y la ponemos a cocer en bastante agua con una pizca de sal. Cuando esté cocida la escurrimos en un colador y dejamos que se seque.
Picamos el tomate, la cebolla y el pimiento en trocitos. Ponemos la quinua, las judías, y las verduras. Aliñamos con limón, aceite, vinagre y sal y unas hojitas picadas de hierbabuena. Mezclamos bien y servimos!