Hoy os traigo uno de los platos caseros por antonomasia, el estofado. En casa siempre ha habido estofado, de ternera o de pollo, pero siempre con la misma base de cebollita, zanahorias y sus horas de cocción. No es un plato complicado, quizás su única dificultad radique en conseguir una buena carne y en tener el tiempo para dejarle hacerse, cosa que a veces no es fácil de encontrar, lo sé. Pero un domingo o un día de estar en casa con tiempo, carne recién comprada y un poco de amor, haremos un estofado que nos va a alegrar la semana como si la abuela ( la vuestra, o la imaginaria, la mía no hacía estofados) hubiera venido a cocinarnos.
Es otro de esos platos que según pasan los días están más buenos con lo cual se lleva bien con el tupper del trabajo. Tiene verduras, hueso con su tuétano (eso tan importante de incluir en nuestra dieta) y algunas cositas más en esta versión un poco cambiada. En este caso no utilicé carne de guisar sino redondo, os lo cuento!
Ingredientes
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Lo primero vamos a embadurnar la carne con un poco de sal y pimienta, la dejamos reposar.
Picamos la cebolla en cuadraditos, el ajo finito, las zanahorias peladas y en rodajas. Las patatas peladas y en mitades. Los pimientos en trocitos. Ponemos un poco de aceite a calentar y sofreímos la cebolla con los pimientos, añadimos el ajo. A fuego medio. Ponemos el trocito de panceta y el hueso en la cacerola. Colocamos la carne en medio y la sellamos bien por todos los lados. Añadimos las zanahorias y las patatas y añadimos una taza de vino tinto. Le añadimos las setas y las pasas. Una pizca de comino y una pizca de orégano. Añadimos un poco de sal y pimienta y cubrimos con un poco de agua hasta que las patatas estén cubiertas más o menos.
Tapamos y dejamos que se haga a fuego lento. Dejamos aproximadamente una hora, vamos revisando, si vemos que baja mucho el líquido echamos más agua. Quitamos la tapa y dejamos aún a fuego lento para que reduzca el jugo. Unos 45 minutos más aproximadamente, dependerá de la cantidad de líquido que hayamos puesto y del tamaño de la pieza.
Cuando las patatas ya estén hechas sacamos el redondo a una tabla y lo cortamos en rodajas. El caldo debe haber espesado y todas las verduras deben estar bien cocidas. Cortamos el redondo en rodajas, si es muy grande en trozos o incluso podemos deshilacharlo si preferimos y lo regresamos a la salsa. Retiramos la panceta si queremos y el hueso que ya debe haber soltado el tuétano.
A mi me gusta comerlo con arroz blanco como buena perucha que soy pero podemos comerlo sólo con las patatas y las verduras. Que disfrutéis!