Ya es oficial! Ha empezado! Estamos oficialmente en verano y todo se vuelve más bonito automáticamente. Sí, hace calor (soportable de momento) pero hay piscinas, helados, frutas, tomates, se puede dormir (andar y estar) sin ropa, hay batidos y ¿he dicho ya helados? Pues todo eso es verano, encima en breve vienen las vacaciones así que queda menos tiempo para ver el mar con lo cual, yo soy feliz. Con el verano en modo on, os traigo un plato fresquito, lleno de verde con elaboración sencilla y efecto maravilla. Una cosa que es tan simple y que queda tan bonito como laminar. Es genial, laminar verduras, frutas o lo que sea, gusta. No sé por que, pero las cosas laminadas nos gustan y quedan más bonitas. ¿El resultado? Que un simple plato de verduras tenga efecto “Hala, que bonito te ha quedado esto!” Y encima está rico… os cuento, eso sí vais a necesitar una mandolina y si no tenéis o como yo no sois capaces de encontrar las cuchillas de la dichosa mandolina, un pelador de patatas, tan simple como eso.
Ingredientes
Las verduras
Esto es así de fácil (todo va en crudo, sí el calabacín también). Vamos a lavar bien las verduras, coger el pelador y pelar la zanahoria, una vez pelada hacerla laminas con el pelador a lo largo (o con la mandolina), hacer laminas el calabacín (sin pelarlo) e igual con el pepino. Picar la cebolleta en rodajas finitas y el pimiento en daditos. Lo ponéis todo en un bowl, añadir las hojas de cilantro lavadas, el zumo de las dos limas, un chorrito de aceite y un trocito de jengibre y el ajo rallados ( rallamos ambos y añadimos ese puré). Sal y pimienta al gusto, lo revolvemos bien y lo reservamos.
El pollo
Coger la pechuga y hacerla trocitos. Macerar el pollo en un chorrito de aceite de sésamo, una pizca de canela china, sal y pimienta. Una media horita antes al menos y lo pasamos por la sartén con un poquito de aceite, hasta que esté bien dorado. Lo sacamos a un papel para que escurra y cuando esté templado lo colocamos sobre nuestras verduras.
Eso es todo, ¿fácil eh? Pues probadlo, es un plato de verano genial en el que encima se comen verduras, fuera de las típicas de ensalada para variar un poco, que siempre viene bien.