Hola de nuevo! He estado desaparecida por una buena razón y es que estaba de vacaciones, en la playa, en el verano que aún se resiste a irse al sur de España y metida en el mar como un pescado. He estirado el verano al máximo y creo que ahora sí, puedo decir que se acabó (hasta el año que viene al menos).
Madrid nos ha recibido con frío, lluvioso y en pleno otoño como para dejar claro que ya, que me haga a la idea de que estamos en otoño y guarde los bikinis. Así que no queda más que suspirar hondo, sacar la bufanda otoñal y la chaqueta de entretiempo, las botas y los vaqueros y lanzarnos al otoño. Peeero… (que siempre hay un pero) Me guardé una ultima receta veraniega y la uso para despedir el verano como se merece: Un pulpo al olivo, versión me kitchen!
Esta es una receta de esas que molan por que son rápidas, fáciles y buenas de morir, es lo que se llama un plato de ensamblaje, de cocinar nada de nada (que por algo es un plato veraniego). Es un cierre perfecto para un verano con tintes gallegos y almerienses y aquí os la dejo!
1. Lo primero que vamos a hacer es lavar el pulpo, quitarle esas partes gelatinosas que trae ( sobre todo si viene envasado al vacío) Y cortarlo en rodajas no muy gruesas, como si fuese para hacer pulpo a la gallega.
2. Luego picamos la cebolleta muy finita y el pepino en daditos.
3. Despepitamos las aceitunas y las picamos finitas.
4. Colocamos en un bowl las aceitunas, el pepino, la mitad de la cebolleta, el zumo de la lima, sal, pimienta y el aceite, un buen chorro. Mezclamos bien hasta hacer un menjunje que irá cogiendo un bonito color morado.
5. Colocamos una cama de nuestro picadillo encima colocamos el pulpo, añadimos el juguito y por encima un poco de cebolleta y listo!
Esto es todo amigos, esto con con un Albariño es la gloria post veraniega!