Hoy os traigo una receta rápidita y muy fácil para los días en que como hoy hay poco tiempo para cocinar y hacer cosas más elaboradas. Es una buena alternativa para comer verduras ya sean de plato principal, de acompañamiento o en lugar de una ensalada. Estas coles no tienen ningún misterio, sólo van cocidas pero poco, lo suficiente para que estén en su punto y no demasiado cocidas y pierdan su color y textura. Deberían mantener un puntito su textura crujiente y ese verde intenso que nos dice que van por buen camino, cuando empiezan a ponerse verde-marrón nos hemos pasado de cocción y es que las verduras hay que hacerlas al dente no para un puré!
Un poco de aliño y listo, tenemos un plato redondito. Os lo cuento.
Ingredientes
Ponemos a cocer las coles, unos 20 minutos en agua hirviendo, lo dicho que sigan verdes y crujientes, irlas probando! Cuando estén hechas las sacamos a un colador para que escurran bien.
Picamos media cebolleta muy finita y picamos el perejil. Ponemos las coles en un plato hondo y las aliñamos con limón, sal, pimienta, la cebolleta, el perejil y un chorrito de aceite de oliva! A mi me gustan templadas más que frías. Son un buen acompañamiento para alguna carne o pescado o ponerlas como ensalada para compartir!