No necesita presentación, ¿verdad?. Que os puedo decir, estoy en mi semana de comer más verduras y esto vale como tal (ejem). Esta es una receta adaptada, digamos que he adaptado el bizcocho maravilla a un carrot cake… porque sí, amo esa receta y funciona genial con todo y mira por dónde, con el carrot también! ¿El resultado? Un carrot húmedo, delicioso y con menos mantequilla que en la mayoría de las recetas que he visto con lo cual mi colesterol y yo somos más felices.
Así que sin más explicaciones aburridas, aquí está lo bueno…
Ingredientes
Frosting
Lo primero, pelar y rallar las zanahorias. Las mías eran grandes así que salió como una taza de zanahoria rallada aprox. Lo segundo, enharinar y enmantequillar un molde y pre calentar el horno a 175ºC. Ahora, en un bowl los secos, harina, bicarbonato, polvo de hornear, sal, nuez moscada, canela (pizquitas) y la esencia de vainilla.
En el otro, separamos claras de yemas y batimos las claras. Las claras batidas a punto de nieve al bowl con las yemas, el yogurt, el azúcar y la mantequilla. Mezclamos todo bien, incorporamos la zanahoria y lo mezclamos con los secos. Añadimos las pasas y las almendras, que esté todo bien mezclado y al molde!
Al horno unos 45 minutos. Hacemos la prueba del palito. Cuando saquemos el palito debe estar un poquito húmedo (no que salga masa cruda, sino un poquito húmedo) lo sacamos y dejamos enfriar en la rejilla. Queremos un bizcocho húmedo.
Yo no le pongo frosting al bizcocho entero, sobre todo si lo voy a consumir en varios días. Prefiero hacer el frosting según me apetece y ponerlo en las rebanadas que quiero. Así el bizcocho se conserva mejor y hay días en que me apetece sólo. El frosting se hace en un minuto y no tiene mayor ciencia:
Mezclar dos partes de philadelphia (u otro cremoso) con una de mantequilla blanda, azúcar y una pizca de sal(al gusto)… Tadá!