El aceite que tenemos en casa es un aceite de una cooperativa de Almería dónde la familia de mi chico lleva sus olivas a prensar, un aceite fuerte, denso y con un sabor a estarte comiendo el árbol de olivas entero. Delicioso. Así que en lugar de usar el aceite «suave» me tiré a la piscina con el intenso. La mezcla de chocolate puro y aceite de oliva es genial, unas galletas con un sabor fuerte, unos añadidos más y el resultado son estás cookies, sanas, grandotas, deliciosas y nada empalagosas. Son unas galletas especiales a medio camino entre galleta y brownie, con harina integral y frutos secos, una sola te deja hasta arriba. Advierto, no apta para gustos galleteros clásicos!
Ingredientes- 1 taza de harina integral de trigo
- 1/2 taza de harina blanca repostera
- 1/2 cucharadita de polvo de hornear
- 3/4 taza de azúcar de caña (integral)
- 1/4 taza de aceite de oliva extra virgen (si no nos atrevemos con el intenso, reemplazar por aceite de oliva suave)
- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 5 cucharaditas de cocoa en polvo (chocolate puro, yo uso Valor)
- Un puñados de arándanos secos
- Un puñado de chips de chocolate
- Un puñado de nueces
- Agua
- Papel de horno
Poner un papel de horno en la bandeja. Calentar el horno a 170ºC. Colocar una cucharada sopera de masa en la bandeja, darle forma con la mano aplastando un poco. Dejar espacio entre galleta y galleta ya que crecen. Yo puse 6 en una horneada y 6 en la otra. Meter al horno 15 minutos. Sacar con una espátula con cuidado por que salen «blandas» y se endurecen cuando se enfrían. Dejar en la bandeja caliente 2 minutos más, pasar a una rejilla a enfriar.
Esperar a que la bandeja se enfríe para meter la segunda horneada (esto es importante ya que con la bandeja caliente se engrasaran) dejarlas enfriar bien y guardarlas en un tarro de galletas, si es de cierre hermético, mejor. Estas galletas están mejor al día siguiente y según pasan los días mejoran, recomiendo dejarlas enfriar muy bien antes de probarlas, vale la pena aguantarse, lo prometo.