Hoy os traigo la que de momento en mi vida es LA tarta de queso definitiva. Es una receta secreta (que no os diré de dónde ha salido, por mantener el anonimato del lugar en cuestión). Sólo os diré que se hacen colas para comprarla y no es de extrañar, es la mejor que he probado. El misterio de esta tarta pasa por saber que se hace con un ingrediente tan común como el queso cremoso Philadelphia. Sí, aunque parezca imposible, una tarta que cualquiera diría que es de queso de la cabra del monte tiene su base en el archi-común queso Philadelphia.
Podéis usar otro queso cremoso, yo lo he hecho con este y funciona de maravilla! El top secret es que el Philadelphia funciona de base y muy bien, el sabor de lo da un pequeño trocito de queso de cabra… y he ahí el secreto. Yo ya había hecho una tarta de queso tradicional, esta, que estaba muy buena, hecha con requesón casero y todo… pero, esta tarta la supera!
Lo cual me lleva a pensar que a veces hay que quitarse lo prejuicios de la cabeza y asumir que sí, con Philadelphia sale una tarta que te desmayas! Encima es muy fácil de hacer y los ingredientes fáciles de conseguir, así que es perfecta para hacerla sin más! Lo unico que necesitáis es un molde desmontable y papel de horno, os lo cuento!
Ingredientes
Yo la hice en batidora, os lo recomiendo para mezclar todo bien pero si no la podéis hacer a mano.
Mezclar el azúcar con los huevos. Cuando estén bien mezclados añadir el resto de los ingredientes. Aseguraros que el queso se deshaga bien. Poner papel de horno en el molde para forrarlo ya que es bastante líquida y echara jugos. La tarta bien mezclada casi parece nata montada.
Colocarla en el molde y meter al horno sin pre calentar. A 250ºC sólo la parte de abajo del horno encendida durante 25 minutos y luego con la parte de abajo y arriba encendidas, bajamos a 200ºC durante unos 15-20 minutos más. Mirar que no se queme por arriba, si se os dora mucho ponerle un papel albal. Meter un palito para comprobar que está hecha. Debería salir con un poquito de tarta, pero no líquida! Al sacarla estará muy blanda y se moverá como un flan! Eso es normal y cuando se enfríe se quedará dura. Dejarla enfriar bien antes de desmoldarla. Cuando esté bien fría y nunca antes, abrís el molde y quitáis el papel con mucho cuidado.
Le podéis poner alguna mermelada si queréis, para mi no lo necesita pero es una opción. Otra es poner en la mezcla un poquito de ralladura de naranja, esto le da un puntito muy bueno! Disfrutarla!
Recordad que tenemos regalo de navidad y si os apuntáis abajo os podéis descargar una bonita ilustración para vuestra cocina!