Este fin de semana he hecho mi primer codillo. Muy emocionada, ya que le tenía muchas ganas. Pensé que iba a ser complicado de hacer pero que va… si es que el chanchito es tan majo, se sale. Conseguí una pieza de codillo en salmuera en mi carnicería del barrio y decidí lanzarme al ruedo. Es un codillo asado. He visto muchas recetas dónde se cuece y lo he comido cocido y está rico pero yo tengo debilidad por el horno y dónde haya una piel crujiente me pierdo así que, asado, crujiente y delicioso y mucho más fácil de lo que esperaba.
Estuve leyendo varías recetas y encontré una de Arguiñano que tenía buena pinta así que me basé en ella para hacer mi versión. Como estamos en épocas navideñas y yo no estoy muy a por la labor de hacerme los recetarios navideños de rigor (soy un poco Scrooge), en lo que me entra el espíritu navideño vamos a tomar esto como posible receta navideñeable… Así que aquí va.
Ingredientes
Primero partimos la cebolla en trozos, el pimiento y las peras por la mitad. Le quitamos la punta a la cabeza de ajos. Partimos un trozo de jengibre. En una cacerola grande ponemos a cocer el codillo con abundante agua, dos dientes de ajo, el jengibre y las ramitas de cilantro y albahaca. Lo cocemos durante media hora. Mientras ponemos una capita de aceite en la bandeja del horno y colocamos el resto de ajos, el pimiento, las peras y la cebolla. Ponemos a calentar el horno a 180ºc.
Pasada la media hora colocamos en codillo en la bandeja, añadimos 2 tazas de vino tinto, un poco de sal (no mucha), la pimienta y el comino y al horno otros 3o minutos. Luego ponemos unos 10 minutos más de grill para que esa piel quede crujientita y listo! Lo servimos con las verduritas y yo le preparé un puré de patatas que le va genial. Un éxito! fácil, crujiente, con un pintón de haber currado como posesa y encima delicioso, ¿Que más se puede pedir?