Hoy toca un post marinero. Unas almejas a la marinera en memoria de las almejas que me comí en Galicia. Estas no se acercan demasiado a las que me comía en Bueu. Por un lado, a mi no me las traen en una barca por la mañana en una playa paradisíaca (cosa que por si sola ya hace que sepan mejor) y por otro yo no llevo media vida haciendo almejas a la marinera, con lo cual la señora cocinera del chiringuito de La Mourisca en el Cabo de Udra, se lleva la palma. Si alguna vez vais por ahí, pediros unas almejas a la marinera y alucinad.
Pero bueno, todo eso no significa que estas no estuvieran buenísimas, que lo estaban. Las almejas frescas son un triunfo y la salsa a la marinera (aunque entiendo que es la típica salsa que cada quien tiene su versión) es muy fácil de hacer y estaba de acabarse todo el pan! Así que os lo cuento.
Ingredientes
- 1 malla de almejas frescas muy frescas
- vino blanco ( yo usé un Ribeiro, pero podéis usar un Albariño o el que más os guste)
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla blanca
- sal
- pimienta
- pimentón dulce
- 1 cucharadita de harina
- aceite de oliva
- tomate triturado (yo usé una pasta de tomate concentrado)
- Perejil o cebolleta
- 1 guindilla (opcional)
Lo primero es lavar bien las almejas. Las ponemos en un cuenco con agua y sal gorda al menos 3 horas antes de prepararlas, le cambiamos el agua 3 veces para que echen toda la arena. Luego las enjuagamos y las reservamos.
Picamos la cebolla y el ajo en dados lo más finitos posible. Ponemos un poco de aceite en una cazuela con tapa. Sofreímos la cebolla y el ajo. Añadimos las almejas, un buen chorro de vino y tapamos.
Así hacemos que se hagan al vapor. Cuando veamos que todas se han abierto ( las que no se han abierto descartadlas), sacamos las almejas con unas pinzas, las reservamos en un plato y dejamos el caldo en la olla. A este caldo le añadimos la harina y mezclamos bien para hacer un roux o una pasta, añadimos el tomate, sal, pimienta, el pimentón y la guindilla si os gusta el punto picante. Añadimos más vino para soltar la salsa y volvemos a meter las almejas en la olla. Dejamos un poco para que se liguen bien con la salsa y listo.
La podéis hacer más espesa o más líquida según os guste. Ponerles por encima un poco de perejil picado o de cebolleta muy finita y coged un buen pan.