El arroz con pato es un plato típico del norte de Perú. El pato (ñuñuma en quechua) ya era comido por los indígenas antes de la llegada de los Españoles, pero es en la conquista y con el mestizaje que surge el arroz con pato que conocemos, partiendo de las paellas que preparaban las mujeres españolas y la adaptación de éstas a los ingredientes locales. Es un plato típico de la zona norte de Perú. Se prepara originalmente con pato aunque se puede hacer (y se hace mucho) con pollo.
Hay una leyenda norteña que cuenta que las mujeres preparaban este plato a un hombre cuando estaban enamoradas de él. En el plato escondían el corazón del pato y si el susodicho se comía el corazón, se enamoraba perdidamente de la cocinera en cuestión. Yo por mi parte no he probado el truco. He de decir que a mi chico lo conquisté con unas judías con carne hace ya muchos años y no puse corazones ni nada extraño… pero quién sabe, el norte es zona de chamanes y brujos, lo mismo funciona.
La receta no es complicada pero requiere varios ingredientes que hay que ir a buscar, así que allí van.
Ingredientes
2 tazas de arroz blanco de grano largo
1 ½ taza de puré de calabaza (calabaza cocida y licuada)
1 atado de cilantro (manojo grande)
3 Dientes de ajo
Aceite de oliva suave
Pimienta blanca
1 pato de 2k, pelado y limpio, trozado en presas
1 taza de guisantes
2 tazas de choclo desgranado (maíz peruano)
1 botella de cerveza negra ( yo usé modelo)
2 ajíes amarillos
Sal
Comino
1 Cebolla blanca
1 Cebolla morada
2 Limas
Perejil
Lo primero, necesitamos las presas de pato o pollo troceadas limpias y sin plumas. Yo lo compré entero y tuvimos una divertida lucha (el amigo pato y yo) pero también se puede comprar troceado o pedirle al carnicero que nos lo troceé que nos hará más fácil la vida.
Ponemos a cocer la calabaza en trozos y la hacemos puré. Reservamos esto. En una olla grande, mejor de hierro, calentamos aceite y le ponemos un diente de ajo con la piel a dorar. Con el aceite bien caliente doramos las piezas de pato por todos los lados hasta que estén de un color bonito, las retiramos y las separamos.
En un vaso de licuadora licuamos el cilantro con la cerveza negra. Picamos la cebolla blanca y en la olla donde hemos dorado el pato sofreímos la cebolla, los otros dos dientes de ajo enteros y el puré de calabaza. Añadimos un ají amarillo abierto (sin pepas ni venas) pero entero. Añadimos la cerveza con cilantro y volvemos a colocar las piezas de pato dentro. Añadimos sal, pimienta, y comino. Añadimos los guisantes y el choclo y dejamos cocer tapado a fuego lento durante unos 30-40 minutos. Hasta que veamos que el pato está bien hecho.
Por otro lado vamos haciendo el arroz blanco. Yo lo hago en la arrocera, así que sólo cocerlo con agua y ya, no añadirle sal ni nada.
Cuando el pato esté listo lo retiramos de la olla y en ese caldo añadimos el arroz. Dejamos el arroz unos 10 minutos en el caldo para que lo absorba y quede caldoso. Retiramos los dientes de ajo y los trozos de ají.
Este plato se come con la mítica “salsita criolla”
Para esto, picamos 1/2 cebolla morada lo más finito posible, aliñamos con 1/2 ají amarillo, lavado, sin pepas ni venas y picado muy finito, el zumo de dos limas, Un chorrito de aceite, perejil picado muy finito, sal y pimienta.
Servimos el arroz, encima colocamos las piezas de pato y por encima la salsa criolla. Enjoy!