Hoy una receta que ha sido un hit en casa. Unas albóndigas de atún, en este caso de solomillo de atún pero que se podría hacer perfectamente con otras partes del mismo (y estoy barajando otros pescados).
No tienen demasiada ciencia, lo único es que se necesita una trituradora-picadora-molinillo de carne o como le llaméis. Por lo demás no difieren demasiado de las albondigas de toda la vida de dios y están impresionantes, personalmente me gustan más que las de carne, así que aquí os dejo la receta.
Ingredientes
- 2 solomillos de atún limpios ( yo cocino para dos y salieron como 3 platos así que si sois más, aumentad)
- 3 zanahorias
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla y media
- vino blanco
- sal
- pimienta
- comino
- aceite de oliva suave
- harina
- patatas pequeñas
Lo primero que vamos a hacer es picar la cebolla y los ajos en la trituradora ( ya hemos dicho que necesitamos una para la receta) si no tenéis una se puede hacer a cuchillo con más tiempo y paciencia, si es así picad muy finito. Picamos ambas cosas y las reservamos.
Luego pelamos y picamos las zanahorias, mismo concepto o en la picadora o muy finitas.
Lavamos la picadora (paso importante)
Lo siguiente es tener el pescado lavado y bien limpio, quitamos todos los nervios que veamos grandes (esas cositas blancas entre la carne que a veces trae el atún). Lo troceamos y lo metemos en la picadora con sal, pimienta y comino. Picamos bien el atún, tampoco hay que hacerlo puré, quedará igual que la carne picada. Lo ponemos en un cuenco, mezclamos con un poquito de la cebolla y el ajo picado (sólo un poquito).
Aquí aplicamos lo mismo, si no tenemos trituradora a mano con cuchillo, paciencia y el atún muy pero muy finito.
Formamos las bolas, no demasiado apretadas y las pasamos por harina. Las reservamos.
En una cacerola ponemos a cocer las patatas con piel, cuando estén listas las sacamos y las pelamos.
En otra cacerola calentamos un poco de aceite. Vamos a dorar las albóndigas un poco por todos sus lados y las sacamos a escurrir a un plato con un papel de cocina para quitarles el aceite.
En la misma cacerola en la que hemos dorado las albóndigas vamos a sofreír el ajo y la cebolla a fuego medio. Añadimos las zanahorias y un chorro de vino blanco. Añadimos una cucharadita de harina y removemos bien para hacer una salsa espesa. A esta pasta le añadimos una taza de agua para soltar la salsa, mezclamos bien y dejamos cocer a fuego lento para que se hagan bien las zanahorias que tardan más. Cuando las zanahorias estén hechas añadimos las albóndigas y las patatas cocidas y peladas a la cacerola, mezclamos bien, tapamos y dejamos que se hagan. Tardan poco en hacerse y no hay que pasarse que se secan, unos 15 minutos como mucho.
Probad una para ver que están en su punto. Tened un buen pan a mano.