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Lasaña de calabaza

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Hoy os traigo una lasaña de calabaza, que es otoño y hay que aprovechar! Podría llamarse lasaña de verduras ya que aparte de calabaza lleva calabacín y berenjena, pero como la calabaza es la estrella del plato lo dejamos en calabaza y ya está. Es una receta de puro otoño y bastante fácil de preparar además de ser una buena opción vegetariana. Unas verduritas, un poco de hojas de lasaña buenas, un poco de queso mozarella y ricota y algunos piñones o almendras y listo! Mejor os lo explico.

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Ingredientes

  • 1 calabaza pequeña
  • 1 calabacín grande o dos pequeños
  • 1 berenjena
  • 2 dientes de ajo
  • mantequilla
  • sal
  • pimienta
  • nuez moscada
  • queso mozarella en lonchas
  • queso ricota
  • piñones o almendras troceadas
  • pasta de lasaña (comprad una italiana buena que no necesite pre cocción)
  • agua

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Lo primero que vamos a hacer es cocer la calabaza y la vamos a cocer entera para no pelearnos con ella. Así que la lavamos bien y la metemos en una cacerola grande llena de agua y a cocer hasta que esté blanda. Una vez cocida (y que será fácil abrirla) la sacamos, la secamos bien y la dejamos enfriar. Luego la abrimos. y con una cuchara sacamos las pepitas y el centro, esto lo descartamos. Luego con la cuchara sacamos los trozos de la carne que deben salir fácilmente. Los reservamos en un cuenco.

Vamos a coger la mitad de la calabaza. Una parte la vamos a usar para hacer la salsa y la otra mitad para rellenar la lasaña. La mitad que va para la lasaña la hacemos rodajas finitas y las reservamos.

Vamos a hacer la salsa. En una cacerola calentamos una cucharada de mantequilla y sofreímos los dientes de ajo enteros pero sin piel, añadimos la calabaza ( la mitad para salsa) y salteamos bien, añadimos sal, pimienta y una pizca de nuez moscada. Añadimos un poco de agua y licuamos como si hiciésemos un puré, debe tener consistencia de salsa así que si está muy pastoso añadir un poco de agua. Con esto tendremos una salsa para la lasaña.

Cortamos el calabacín y la berenjena en rodajas alargadas lo más finas que podamos, si tenéis una mandolina ayuda mucho, si no un buen cuchillo y despacito.

Ahora colocamos nuestra fuente de horno. Vamos a colocar la primera capa de pasta, la segunda de berenjenas, luego una de calabacín y por ultimo una de calabaza. Ponemos un poco de salsa y una capa de queso mozarella. Añadimos unos cuantos piñones y con eso terminamos la primera capa. Ahora repetimos el proceso en ese orden hasta llenar la fuente. A mi me salieron tres capas.

En la ultima capa una vez que echamos la salsa y los piñones en lugar de poner otra capa de mozarella le ponemos una capa de ricota, la deshacemos un poco con las manos y la esparcimos bien por encima de toda la fuente.

Lo metemos al horno a unos 180ºC unos 45 minutos. Hay que ir revisando. Cuando metáis un cuchillo y pase hasta abajo sin problemas es que ya las verduras están bien hechas. Sacamos y dejamos enfriar un poquito. Eso es todo!

Es una lasaña diferente, un poco dulce y puede que os venga bien combinarla con algo más salado dependiendo de vuestros gustos, a mi me dio una semana de comidas de tuper muy buenas. Que la disfrutéis!

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Puré de brócoli

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Hoy os traigo una receta para estos días en los que ya empieza a hacer frío. Yo según baja la temperatura me vuelvo fanática empedernida de las sopas, cremas, purés y cualquier cosa que se le parezca. La de hoy es un puré de verduras de esos que tanto me gustan cuyo ingrediente estrella es el brócoli. Me encanta el brócoli pero reconozco que no lo como tanto como quisiera y eso que es bueno,sano y de todo (aparte de estar rico) Peeeero… A mi novio no le va mucho, con lo cual cuando lo compro es para mi sola y termino un poco cansada de comer brócoli 3 días seguidos! El otro pero que tiene es que se pone malo muy rápido con lo cual pues bueno, como menos del que me gustaría. Pero el otro día con este puré descubrí la solución, el puré de brócoli sí le gusta! Y a mi me permite hacerlo según lo compro y guardarlo ya hecho, que se conserva muy bien así que oh, descubrimiento para el invierno! Vamos a comer más brócoli que nunca! Encima es fácil de hacer así que aquí os va…

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Ingredientes

  • 1 ramo de brócoli
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 puerro
  • 1 pimiento verde alargado
  • 1 nabo
  • 1 ramita de apio pequeña o 1/2 grande
  • agua
  • sal
  • pimienta
  • 2 quesitos o 1/2 taza de nata
  • aceite de oliva suave

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Ponemos a calentar el aceite en una cacerola y metemos a sofreír el puerro partido en trozos, el diente de ajo pelado pero entero y el pimiento. Añadimos el nabo, el apio y las ramitas de brócoli cortadas a trozos. Salteamos un poco para que coja un poco de sabor y colorcito y añadimos el agua hasta cubrir más o menos las verduras. Bajamos el fuego y tapamos y dejamos que se hagan bien.

Cuando estén hechas pasamos la licuadora para hacer el puré. Añadimos los quesitos o nata, sal y pimienta y licuamos otra vez. Listo! Esto se hace hasta con medio cerebro dormido! A disfrutar.

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Bizcocho de plátano y chocolate

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Hoy toca dulce que hace mucho que no hago nada de esto y es porque hace poco he vuelto a encender el horno, mejor dicho a estrenar el horno nuevo. Con la mudanza y el verano de por medio, han sido muchos meses de escasa actividad dulcera. Lo que os traigo hoy es un bizcocho tropical lleno de cacao y plátano! Poca cantidad de azúcar, cero grasas y bastante sabor para un bizcocho que os hará los desayunos semanales más felices seguro.

Muy facilito de hacer, os lo cuento!

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Ingredientes

  • 2 tazas de harina de trigo
  • 1 taza de azúcar de caña
  • 1 taza de yogurt natural
  • 2 huevos
  • 4 plátanos muy maduros
  • 4 cucharadas soperas de cacao puro en polvo
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1 pizca de sal
  • 1 cuadradito de mantequilla (para el molde)
  • 1/4 de vaso de leche
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    Empezamos por mezclar los huevos con el azúcar y el yogurt. Mezclamos bien y añadimos el cacao. Batirlo hasta que se deshagan todos los grumitos del cacao. En un cuenco trituramos con un tenedor 3 de los plátanos hasta hacer un puré. Lo añadimos a la mezcla.

    En otro cuenco cernir la harina con el bicarbonato y el polvo de hornear. Añadimos las harinas a la mezcla y la pizca de sal. Mezclamos todo bien hasta tener una mezcla homogénea. Si quedan trocitos de plátano más grandes, no pasa nada, unos pocos vienen bien. Podríamos también añadir trocitos de chocolate si queremos.

    Con el cuadradito de mantequilla enmantequillamos y enharinamos el molde. Ponemos a calentar el horno a 180ºC.

    El plátano restante lo vamos a partir en dos mitades a lo largo ya que lo vamos a usar para decorar. Ponemos la masa en el molde y colocamos las dos tiras de plátano encima. Metemos al horno durante unos 45-50 minutos aprox. Probad con el palito!

    Cuando esté hecho sin sacarlo del horno lo pintamos con un poco de leche por encima ( muy poco) Luego lo dejamos dentro del horno apagado pero aun caliente, unos 5 minutos para que la leche se seque. Esto es para que le de una capa de brillo y quede más bonito.

    Habréis notado que esta receta no lleva ni mantequilla ni aceite, esto es porque lleva plátano y con esto no es necesario añadir grasa a la masa, no vale para cualquier receta!

    Pues en cuanto pasen los 5 minutos lo sacamos a enfriar y listo. Dejarlo enfriar bien antes de abrirlo. Por el plátano es una masa húmeda y necesita secarse y enfriarse bien para que el sabor del chocolate y el plátano estén perfectos. A disfrutar!

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    Canelones de ricota y espinacas

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    Hoy os traigo un plato con historia, la mía. Este plato me lo preparaba mi padre cuando yo era pequeña, es de los poco recuerdos que tengo de mi infancia con él y yo era tan petarda que NO ME GUSTABAN porque… Bueno, eran verdes y lo de comer cosas verdes no me llegó como hasta los 8 años. Con los años he aprendido a comer mucho verde y a apreciar los platos que me hacía mi padre, que ahora me toca hacerlos a mi.

    Estos canelones con ricota, espinacas y champiñones y una salsa de nata sin lactosa y albahaca son fáciles, una manera de comer espinacas que incluso a uno que yo me sé (que odia las espinacas cocidas) le han rechiflado. No es nada complicado y es una muy buena opción vegetariana. Os lo cuento.

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    Ingredientes

  • 1 caja de canelones
  • mantequilla
  • 1 bote de nata sin lactosa ( o normal o vegetal)
  • parmesano (il vero)
  • un atado de espinacas
  • un atado de albahaca
  • una tarrina de queso ricota
  • 3 dientes de ajo
  • almendras trituradas
  • maicena
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    Vamos a preparar los canelones, aquí seguir las instrucciones de la caja, así de simple. En mi caso remojarlos en agua caliente 20 minutos, luego los saqué a escurrir un poco.

    En una cacerola poner un trozo de mantequilla y sofreír el ajo picadito con los champiñones en trocitos y las espinacas, bien lavadas y cortadas en trozos. Lo salteamos bien, le echamos sal y pimienta y lo pasamos a un cuenco. En el cuenco le agregamos unas 3 o 4 cucharadas soperas de ricota. Mezclamos bien y hacemos una pasta que va a ser nuestro relleno de los canelones. ¿De momento fácil no? Seguimos.

    Por otro lado hacemos la salsa. Ponemos la nata en una cacerola con el diente de ajo entero, una cucharada de maicena y removemos bien para que espese, le añadimos unas hojas de albahaca troceadas a mano y las almendras trituradas. Le añadimos sal y pimienta y nos aseguramos de que la maicena se deshaga bien y quede con textura de salsa, cremosa pero no un engrudo! Quitamos el ajo.

    Colocamos los canelones en una tabla de cortar y los rellenamos con la pasta de ricota y espinacas, hacemos los rollitos y los vamos colocando en un molde de horno como mejor nos entren. Les echamos la salsa por encima y encima de la salsa vamos a rallar una capa de queso parmesano ( comprad parmesano en taco y rallarlo, lo agradeceréis, no le echéis guarrindongadas lácticas que no son queso por favor!)

    Lo metemos al horno unos 25 minutos a 220ºC y a partir de allí todo es fiesta!

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    Estofado de redondo de ternera

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    Hoy os traigo uno de los platos caseros por antonomasia, el estofado. En casa siempre ha habido estofado, de ternera o de pollo, pero siempre con la misma base de cebollita, zanahorias y sus horas de cocción. No es un plato complicado, quizás su única dificultad radique en conseguir una buena carne y en tener el tiempo para dejarle hacerse, cosa que a veces no es fácil de encontrar, lo sé. Pero un domingo o un día de estar en casa con tiempo, carne recién comprada y un poco de amor, haremos un estofado que nos va a alegrar la semana como si la abuela ( la vuestra, o la imaginaria, la mía no hacía estofados) hubiera venido a cocinarnos.

    Es otro de esos platos que según pasan los días están más buenos con lo cual se lleva bien con el tupper del trabajo. Tiene verduras, hueso con su tuétano (eso tan importante de incluir en nuestra dieta) y algunas cositas más en esta versión un poco cambiada. En este caso no utilicé carne de guisar sino redondo, os lo cuento!

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    Ingredientes

  • 1 redondo pequeño de ternera, limpio
  • 1 trocito de panceta
  • 3 zanahorias
  • 1 cebolla blanca
  • 2 dientes de ajo
  • 2 pimientos rojos alargados pequeños
  • 4 patatas pequeñas
  • 1 taza de vino tinto
  • 1 taza de agua
  • aceite de oliva
  • sal
  • pimienta
  • comino
  • 3 hongos shitake
  • pasas sin pepitas
  • 1 hueso de ternera pequeño
  • orégano
  • ……………………………………………………………….

    Lo primero vamos a embadurnar la carne con un poco de sal y pimienta, la dejamos reposar.

    Picamos la cebolla en cuadraditos, el ajo finito, las zanahorias peladas y en rodajas. Las patatas peladas y en mitades. Los pimientos en trocitos. Ponemos un poco de aceite a calentar y sofreímos la cebolla con los pimientos, añadimos el ajo. A fuego medio. Ponemos el trocito de panceta y el hueso en la cacerola. Colocamos la carne en medio y la sellamos bien por todos los lados. Añadimos las zanahorias y las patatas y añadimos una taza de vino tinto. Le añadimos las setas y las pasas. Una pizca de comino y una pizca de orégano. Añadimos un poco de sal y pimienta y cubrimos con un poco de agua hasta que las patatas estén cubiertas más o menos.

    Tapamos y dejamos que se haga a fuego lento. Dejamos aproximadamente una hora, vamos revisando, si vemos que baja mucho el líquido echamos más agua. Quitamos la tapa y dejamos aún a fuego lento para que reduzca el jugo. Unos 45 minutos más aproximadamente, dependerá de la cantidad de líquido que hayamos puesto y del tamaño de la pieza.

    Cuando las patatas ya estén hechas sacamos el redondo a una tabla y lo cortamos en rodajas. El caldo debe haber espesado y todas las verduras deben estar bien cocidas. Cortamos el redondo en rodajas, si es muy grande en trozos o incluso podemos deshilacharlo si preferimos y lo regresamos a la salsa. Retiramos la panceta si queremos y el hueso que ya debe haber soltado el tuétano.

    A mi me gusta comerlo con arroz blanco como buena perucha que soy pero podemos comerlo sólo con las patatas y las verduras. Que disfrutéis!

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    Frijoles con verduras

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    Hoy seguimos con la vuelta a la cocina que es casi como la vuelta ciclista en mi casa. Poniéndome al día e intentando tener comida hecha para toda la semana laboral.

    Esto de tener que preparar la comida para el tupper de antemano es un poco pesado a veces y hay días de salir de casa corriendo con un aguacate y un tomate y otros (cuando hago los deberes) de salir con un buen plato de comida bajo el brazo. Una de las cosas que más cunde, mejor aguanta en la nevera y mejor se calienta en la oficina son las legumbres.

    En este caso unos frijoles de Castilla, que se llaman así aunque son peruanos y son unas de las tantas legumbre que me traigo desde mi tierra en cada viaje. Son unas judías blancas pequeñitas y muy tiernas. Seguro que se pueden sustituir fácilmente por algunas de las judías locales. En este caso los hice como una especie de sopa con verduras y me han salvado la semana. Os lo cuento.

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    Ingredientes

  • unos 4-5 puñados de judías o frijoles
  • 1 zanahoria
  • 1 pimiento verde alargado
  • 1 pimiento rojo alargado
  • 2 dientes de ajo
  • medio puerro
  • medio nabo
  • un par de judías verdes
  • 1 trocito de panceta
  • sal
  • aceite de oliva
  • agua
  • 1 cubito de caldo de verduras
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    Lo primero con las judías o frijoles es que hay que tener en cuenta que hay que ponerlos a remojar la noche anterior. Así que hay que planificarse. Una vez remojados al día siguiente los colamos y los lavamos un poco.

    Vamos a picar la zanahoria en rodajas, el ajo en trocitos, los pimientos sólo les quitamos los tallos y las pepitas, el nabo pelado y entero, el puerro en rodajas anchas.

    Calentamos un poquito de aceite, muy poco y sofreímos un poco el puerro con el ajo y la panceta, que dore un poco (así le vamos a dar sabor a esto). Luego añadimos el pimiento y le damos un poquito. Añadimos el resto de verduras, las judías y agua hasta que las cubra. Le añadimos el cubito de caldo de verduras y una pizca de sal y lo dejamos a su bola a fuego bajito, haciendo lo suyo.

    Como a media cocción les vamos a echar un vasito de agua fría. Cuando las judías estén hechas dejamos un ratito más reduciendo y listo. Esto casi se hace sólo. Es pura verdura y lo que os digo, un plato de batalla para aguantar bien la semana en la oficina!

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    Solomillos a la sidra

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    Bueno sigo intentando volverle a coger el ritmo al blog y a la cocina, poco a poco (me está costando) pero creo que ya tengo casi aceptado el hecho de que el verano se ha acabado,que ya hace un poco de fresco y que ya me apetece cocinar otra vez. Así vamos pasando el tiempo y resulta que ya es otoño.

    Con la llegada del nuevo tiempo aparecen los platos de cocinar de verdad y los tiempos más largos, carnes y un poco más de calorías en la vida, que son necesarias. Hoy os traigo un plato muy sencillo y bastante clásico con pocos ingredientes y de olla. Un solomillo de cerdo a la sidra con peras, patatas y cebolla. Muy fácil de hacer y con sabor a comida casera, os lo cuento.

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    Ingredientes

  • 1 solomillo de cerdo
  • 4 peras pequeñas
  • 1 cebolla blanca
  • 1 botella de sidra de manzana
  • 2 dientes de ajo
  • sal
  • una pizca de canela china
  • una pizca de pimentón dulce
  • pimienta
  • 3 patatas
  • aceite de oliva suave
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    Temprano por la mañana sacamos el solomillo y lo embadurnamos en sal, pimienta, canela china y pimentón. De las dos ultimas sólo una pizca. Lo dejamos reposar con las especias.

    Cortamos las patatas en trozos pequeños ( yo no las pelo, me gustan con piel pero podéis pelarlas si queréis), cortamos las peras en trozos y les quitamos el centro, lo mismo, con piel. Picamos la cebolla en rodajas y el ajo lo dejamos entero y con piel.

    Calentamos el aceite en una cacerola y sofreímos la cebolla, añadimos los ajos enteros y con la piel. Añadimos las patatas y las peras. Dejamos que dore un poco y añadimos los solomillos. Que se sellen un poco y le añadimos la sidra, aproximadamente una taza.

    Bajamos el fuego y lo dejamos hacer a fuego lento sin tapa para que reduzca. Si veis que se seca, añadid más sidra. Cuando las patatas y las peras estén bien hechas y el caldo reducido verificamos si está bien de sal, les quitamos la piel a los ajos y si queremos los dejamos dentro y listo. Un plato fácil en el que se ha mojado mucho pan!

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    Pisto de vuelta al trabajo

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    Hoy os traigo una receta de vuelta al trabajo.De ser posible de vuelta a la normalidad aunque no aseguro nada, que el verano parece que se resiste a irse y mi vagancia veraniega con él. Aun así ya es Septiembre, ya se acabó la jornada reducida, volvemos al curro, se cierra la piscina y hay que volver a llevarse la comida al trabajo y esas cosas. Así que no queda otra que empezar a desempolvar los cacharros.

    Esto es un pisto fácil. No sé si es el pisto clásico o si hay una receta de pisto clásico, es mi pisto. Y como a mi lo de comerlo sólo no me va mucho, le he puesto un poco de acompañamientos que hacen que se convierta en un plato diferente… Pero igual de bueno y que hace una comida contundente! Todo muy rápido y fácil que aún hace calor y no estamos a por la labor de trabajar mucho. Os lo cuento.

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    Ingredientes

  • 1 cebolla blanca
  • 2 dientes de ajo
  • 1 ñora
  • 3 pimientos verdes alargados
  • 2 pimientos rojos alargados
  • 1 calabacín
  • 1 berenjena
  • 1 bote de tomate frito casero ( yo compro uno eco muy bueno, pero lo podéis hacer vosotros)
  • aceite de oliva
  • sal
  • pimienta
  • pimentón dulce
  • vino tinto
  • 1 taza de couscous
  • 1 taza de caldo ( uno bueno comprado os sirve)
  • 1 taza de garbanzos cocidos ( lo mismo, unos buenos ya cocidos y bien lavados)
  • queso feta
  • ………………………………………………..

    Sacar la tabla y poneos a picar. La cebolla en dados, el ajo pelado y en trocitos, el pimientos en cuadraditos, el calabacín y la berenjena lo mismo.

    Con todo picado ponemos a calentar el aceite. Empezamos por sofreír la cebolla. luego los pimientos, luego añadimos el ajo y la berenjena. Queremos que coja color así que a fuego medio, pero sin dejar de remover para que no se queme. Añadimos el calabacín y echamos un chorro de vino. Le añadimos la ñora entera y el tomate frito. Bajamos el fuego y dejamos cociendo a fuego bajo y con tapa hasta que todas las verduras estén hechas. Añadimos sal, pimentón (muy poquito) y pimienta. Lo dejamos reposar tapado un buen rato. Antes de servir quitamos la ñora.

    Mientras el pisto reposa ponemos a hervir una taza de caldo. Ponemos una taza de couscous en un bowl. Le añadimos el caldo hirviendo y le ponemos un plato encima. Lo dejamos reposar.

    Tenemos nuestros garbanzos cocidos y bien lavados y escurridos. A los garbanzos no les vamos a hacer nada ya que en este caso los vamos a usar de acompañamiento, como si fueran arroz, vamos. Así que sólo tenerlos listos.

    Cuando el couscous esté listo, lo separamos con un tenedor. Colocamos en el plato junto a los garbanzos y el pisto por encima. Ponemos un poco de queso feta y listo! Si sois previsores y hacéis un poco más podéis tener comida para unos días ya que el pisto se conserva muy bien e incluso si os da el cuerpo podéis esterilizar unos botes de cristal y guardar un poco al vacío. Eso ya depende de vosotros!

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    Una de mejillones!

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    Hola! He vuelto! Bueno a medias, volver he vuelto de vacaciones. Ya estamos otra vez en marcha y a media rutina pero ya se sabe, es verano, jornada reducida, mucho calor, pocas ganas de cocinar y muchas de estar en la piscina… Esas cosas. Así que claro, el blog mientras está en hibernación. Lo poco que me acerco a la cocina es para cosas muy poco interesantes como comerme un tomate con sal o un sándwich. Pero ocurre que de rato en rato surge alguna cosa. Como esta receta.

    He estado unos días en Galicia y claro, lo de volver se lleva mal, ya echo de menos el mar, la sal, la arena y por supuesto la comida! Así que en un ataque de extrañamiento el otro día salí a por mejillones y decidí hacerlos como los comemos en Lima, a la Chalaca pero con algunos cambios.

    Es una receta muy fácil, rápida y perfecta para saborear el mar y no morir por un golpe de calor en los fogones.Os la cuento.

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    Ingredientes

  • 1 docena de mejillones ( Yo compré unos mejillones gallegos ya cocidos, envasados al vacío en su propio jugo buenísimos. Vienen limpios y sólo hay que ponerlos en un cazo un par de minutos para que abran)
  • 1 pepino
  • 1 tomate
  • 1 cebolla
  • 3 limas
  • 3 limones
  • perejil
  • sal
  • pimienta
  • aceite de oliva
  • 1 pimiento
  • 1 trocito de jengibre fresco
  • 1 trocito de ajo
  • pasta de ají o algún picante
  • Esto es muuuy fácil. Los mejillones, lo dicho yo me simplifiqué la vida y con un par de minutos en una cacerola estaban abiertos y listos. Si no, frescos y a limpiarlos, cocerlos y ya. Los dejáis escurrir y enfriar.

    El resto… Picar! En trocitos muy pequeñitos el pimiento, tomate, pepino y cebolla. Rallar un trocito de ajo y de jengibre. Ponerlo todo en un cuenco y añadir el zumo de los limones/limas. Añadir un chorrito de aceite, sal, pimienta y el perejil picado… Esto está a medio camino entre una ensalada y un ceviche. Ponemos una cucharada de ají (al gusto) u otro picante y mezclamos todo bien.

    Cuando tengamos hecho y aliñado nuestro picadillo,lo colocamos sobre los mejillones y ya! Una botella de Albariño y os prometo que los días en Madrid no son tan malos!

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    Manjarblanco de lúcuma sano

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    Hoy os traigo uno de mis postres favoritos. Bueno, el mío y el de muchos peruanos. El súper manjarblanco de lúcuma! Para los de este lado del charco que igual no estáis muy puestos en la lúcuma, os contaré que es una fruta del árbol del Lúcumo. Típico de los andes peruanos se lleva consumiendo desde épocas pre incas. La fruta es muy dulce y súper nutritiva, tiene hierro, betacaroteno y niacina por un tubo. Tiene una textura pastosa perfecta para hacer postres y dulces aunque también se hace harina que se usa en bizcochos, panes y demás cosas ricas. Tiene una pepa preciosa de la que se hacen objetos decorativos y de la madera del árbol se hacen un montón de cosas. Se aprovecha toda, vamos.

    Casi tiene textura de postre ya al natural y por suerte ahora en Madrid la conseguimos congelada en el mercado de Maravillas por ejemplo, pero seguro que en otros mercados con productos latinos también la hay. Lo bueno de que venga congelada es que con la humedad casi tiene ya la textura de manjarblanco con lo cual hacer el postre es mega fácil ( ya lo era, pero más)

    El manjarblanco de lúcuma típico se hace simplemente licuando lúcuma con leche condensada. Más fácil imposible y el resultado es delicioso, pero quería intentar hacer una versión más sana ya que la leche condensada por muy rica que esté tiene kilos de azúcar y no quería tanto aporte calórico y azucarero en mi vida. Así que he hecho unos pequeños cambios y voilà! Versión sana! Os lo cuento.

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    Ingredientes

  • 5 lúcumas congeladas
  • 2 cucharadas soperas de panela
  • leche de almendras
  • Esto es mega fácil. Con una cuchara separamos la carne de la lúcuma de la piel. Nos aseguramos de que no quede piel y ponemos los trozos en la licuadora. Ponemos la panela y un chorrito de leche de almendras. Licuamos y vamos añadiendo leche de almendras según necesite hasta tener la textura de dulce de leche. Eso es todo amigos! Probad, es delicioso y encima esta versión es para comerse el bote entero sin remordimientos!
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    Ensaladilla de dorada con hummus

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    Llevo una temporada muy pescadera, así que hoy toca pescado. Esta es una ensaladilla un poco diferente. Usamos una dorada hecha al vapor y desmigada. En lugar de mayonesa usamos un hummus de garbanzos para amalgamar la ensaladilla y para acompañar un poco de kale y un topping de anacardos que se sale y que lo podéis usar en mil cosas. Un plato de verano, para comer frío y con varias partes pero bastante sencillas, que os darán mucho juego. Fue un montaje de ultimo minuto de esos que salen de repente y se convirtió en el plato estrella del fin de semana. Venga que os lo cuento por partes.

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    Ingredientes
    Para el pescado

  • 1 dorada fresca
  • 1/2 vaso de agua
  • 1/4 vaso de pisco o si no tenéis algún alcohol blanco tipo vodka
  • 1 trocito de alga kombu
  • 1 trocito de alga wakame
  • sal
  • Para hacer este pescado necesitamos una vaporera (sí, las de bambú de los chinos que os he dicho ya que os compréis por que necesitáis una en vuestras vidas). Limpiamos bien el pescado, necesitamos los lomos, limpios y sin espinas. Tener cuidado de intentar quitarlas todas bien. Partirlo en trozos más o menos grandes que entren en vuestra vaporera.

    Ponemos un poco de sal al pescado. Lo colocamos en la vaporera. En una cacerola ponemos el pisco o vodka y rellenamos con agua hasta el borde de la vaporera. Importante! El agua no debe tocar el pescado así que calculad que el agua se quede por debajo de la base de la vaporera. Poned los trocitos de alga en el agua y poner a cocer. Con el agua hirviendo el pescado tardará unos 10 minutos aprox. en hacerse. Ir controlándolo y cuando veáis que está hecho lo retiráis y lo dejáis enfriar.

    Cuando el pescado esté frío le quitamos la piel si tiene algún trocito y lo desmigamos con un tenedor. Vemos si está bien de sal, si no le añadimos un poquito más y lo reservamos en un cuenco.

    El hummus

  • 1 Bote de garbanzos cocidos buenos
  • Perejil
  • Limón
  • Tahin o pasta de sésamo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta
  • agua
  • Lavamos bien los garbanzos y los ponemos en la licuadora ( yo uso una de vaso, necesitáis potencia). Ponemos un chorrito de limón, una pizca de sal, pimienta, una puntita de ajo, el tahin, unas hojitas de perejil y aceite de oliva. Licuamos. Es igual que otros hummus que ya hemos hecho con la diferencia de que este lo necesitamos un poco más liquido ya que lo vamos a usar de salsa para el pescado así que le añadimos un poco de agua. Poca, sólo para soltarlo un poco. Que quede con textura de salsa.

    El topping

  • 1 taza de anacardos crudos activados (activados significa que los tenemos que tener en remojo unas horas antes o si podemos desde la noche anterior)
  • tajín (Condimento mexicano ver aquí) Lo venden en varios sitios, el corte inglés por ejemplo.
  • 2 cucharadas de levadura nutricional
  • 1 cucharada de gomasio
  • leche de anacardos
  • El topping es lo más complicado de la receta ( pero es fácil, lo prometo) sí que requiere un poco más de preparación y de ingredientes. Lo que vamos a hacer realmente es un queso crudivegano. ¿Y como demonios hacemos un queso crudivegano? Pues os lo cuento, es fácil.

    Ellos le llaman queso, yo no diría tanto, si bien la levadura nutricional le da un ligero sabor “aquesado”. Por eso yo lo llamo topping. Necesitamos hacer el queso de anacardos que es la misma formula de la que vamos a sacar la leche. Para esto necesitamos tener los anacardos “blanditos” o activados. Yo los dejé en remojo toda la noche. Vamos a coger una picadora o procesador de alimentos y a poner los anacardos. Los trituramos bien. Ahora con una tela para hacer quesos, gasa de farmacia o bolsita de hacer leches de frutos secos (cualquiera de las tres opciones nos cumple la función) Vamos a hacer el queso. Ponemos un cuenco debajo. Ponemos los anacardos en la malla y exprimimos todo el liquido al cuenco. Es igual que hacer leche de almendras. Exprimimos bien hasta que ya no salga más líquido. Con esto tendremos dos cosas. En el cuenco la leche de anacardos y en la gasa una pasta de anacardos que es nuestro “queso”.

    Guardamos la leche que la usaremos para otras cosas. La pasta de anacardos la ponemos en un cuenco y la aliñamos con la levadura nutricional, el tajín y gomasio. Si le hace falta sal, le ponéis una poca, pero sólo si le hace falta. Mezclamos bien. Añadimos una pizca de la leche de anacardos para darle una textura más cremosita y listo! Habéis hecho queso crudivegano! ¿Mola eh? Lo podéis aliñar con distintas cosas y el ingrediente estrella y que le da ese saborcito quesero es la levadura nutricional así que ese es importante! Reservamos nuestro topping.

    Ahora todo es montar. Unas hojas de kale bien lavadas y secadas. Mezclamos el pescado desmigado con el hummus y hacemos una especie de pasta, como una ensaladilla. Colocamos nuestro pescado encima de las hojas de kale ( podéis usar espinacas si no encontráis kale) y por encima le ponemos el topping de anacardos. Unas semillitas de sésamo para decorar y listo!

    Un plato mega sano! No es difícil de hacer si bien tiene varias partes. Y veréis que si os animáis a hacer el topping le daréis mucho uso! Yo lo echo sobre ensaladas, cremas, verduritas asadas, en fin que hacéis una buen a cantidad y lo aprovecháis bastante. Si os sobra ensaladilla utilizarla para hacer unos sandwiches! Aquí todo se aprovecha, probad!

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    Tabulé de quinua cruzado

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    Pocas cosas hay más peruanas que la quinua. Eso está claro y como tal los peruchos hacemos muchas cosas con ella desde comerla guisada,en sopas, cocida, horneada, rebozada, en dulces, en salado, con picante… Vamos, que el grano estrella de los andes es muy versátil y la creatividad, también.

    Una de las cosas más clásicas es la ensalada de quinua. La echamos en ensaladas varias como un ingrediente más o como en este caso hacemos una especie de tabulé de quinua con diferentes versiones. Hoy os traigo una versión cruzada ya que tira un poco de inspiración mexicana y árabe pasando por judías japonesas. Así es la vida. Todo se mezcla y así nos gusta más. Os lo cuento.

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    Ingredientes

  • 1 taza de quinua (haced más y guardar para otras cosas)
  • 1 tomate
  • 1 pimiento rojo alargado
  • 1/2 cebolla morada
  • 1 taza de judías azuki (si no tenéis haced otras judías y seguro que queda bien también)
  • 1 limón
  • aceite de oliva virgen
  • sal
  • pimienta
  • unas hojas de hierbabuena
  • Como veréis si habéis leído la receta anterior soy muy de hacer cantidad de granos o legumbres que tomen tiempo y aprovecharlas para varias cosas. Así las judías ya las tenía hechas de la salsa de chocolate del post anterior. Pero ya sabéis, dejarlas remojando por la noche y cocerlas sólo en agua. Cuando estén listas las guardamos para hacer cosas como esta. Sí no tenemos judías azuki podemos tirar de otras o de unas buenas de bote bien lavadas. Sea como sea tenemos una taza de las judías preparadas.

    Preparamos la quinua. La vamos a dejar remojando en agua al menos media hora, que le viene bien. Pasado este tiempo la lavamos bien y la ponemos a cocer en bastante agua con una pizca de sal. Cuando esté cocida la escurrimos en un colador y dejamos que se seque.

    Picamos el tomate, la cebolla y el pimiento en trocitos. Ponemos la quinua, las judías, y las verduras. Aliñamos con limón, aceite, vinagre y sal y unas hojitas picadas de hierbabuena. Mezclamos bien y servimos!

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    Desayunos Dulces Imprescindibles Intermedio, un poco más de trabajo Vegetarianos

    Tortitas con chocolate veganas

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    Hoy os traigo un desayuno de campeones en toda regla. Antes que nada, no, no me he hecho vegana. Sino siendo feliz comiendo carne pero si que como mucha menos y estoy incorporando a mi dieta más vegetales, especialmente crudos. En este proceso estoy investigando mucho y la cocina vegana tiene muchas cosas interesantes para experimentar. Tampoco estoy en contra del gluten (No sin mis panes!) Pero de vez en cuando está bien consumir otro tipo de harinas que no sea la de trigo (refinado especialmente) que por muy rica que sea poco nos aporta en la vida nutricional.

    Dicho esto, tenía ganas de probar esas cosas que parecen imposibles de la repostería vegana como conseguir hacer masas, salsas y cosas ricas sin harina, azúcar, leche o huevos y que te dejan dándole vueltas a la existencialidad de como lo consiguen.

    En este caso hice unas tortitas hechas con harina de avena, chia y leche de almendras y una salsa de chocolate (de morir) hecha a base de judías azuki ( sí, judías de las de comer salado y esas cosas). No es muy complicado salirse del mundo laceto-ovo-gluten pero si que requiere unos ingredientes especiales que usualmente no tenemos en casa, o sí eso ya depende de vosotros. Yo os cuento como va y vosotros os hacéis con ellos.

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    Ingredientes
    Para las tortitas

  • 1 taza de copos de avena o harina de avena
  • 1/2 taza de semillas de chia
  • leche de almendras
  • sal
  • azúcar de coco o panela
  • aceite de coco
  • Para la salsa de chocolate

  • Cacao puro en polvo sin azúcar añadido ni nada
  • leche de almendras
  • 1 taza de judías azuki (si no las encontráis usad judías normales, pero poner menos cantidad)
  • sal
  • panela
  • azúcar de coco
  • salsa3

    Para hacer la receta hay dos pasos previos. Uno es cocer las judías y para etso tenemos que empezar la noche anterior poniéndolas en remojo. Por la mañana las ponemos en agua y a cocer, así, sin nada. Cuando estén listas las retiramos y dejamos que se enfríen.Si esto es mucho jaleo unas judías de bote ya cocidas y bien lavadas funcionarán estupendamente. Si son de las normales poner menos cantidad ya que son más grandes.

    Lo segundo que tenemos que hacer como paso previo es activar nuestra chia. Las semillas de chia cuando se mezclan con agua cogen una consistencia viscosa muy parecida al huevo crudo y he ahí el primer truco! La chia es nuestro huevo. Así que ponemos las semillas en un cuenquito con un poco de agua y las dejamos unos 20 minutos. Ya tenemos el huevo.

    La avena hay que hacerla harina si no tenéis harina de avena como tal. Tan simple como poner los copos en un procesador y listo, harina.

    Ahora con todo eso listo ya hacemos las tortitas. Esto es bastante intuitivo. Poner la harina de avena, una pizca de sal, una cucharadita de azúcar de coco, y un par de cucharadas soperas de la chia. Si vemos que queda muy pastoso, lo soltamos con la leche de almendras hasta que tenga contextura de masa de tortitas. No tiene más ciencia amigos.

    Calentamos una pizca de aceite de coco en la sartén y vamos haciendo nuestras tortitas. No esperéis que sean iguales a las tradicionales ya que no lo son. Son un poco más densas y con más peso pero están muy buenas, probad.

    Una vez que tenemos las tortitas hechas y esperando, hacemos la salsa de chocolate. Para la salsa en una licuadora ponemos 2 cucharadas grandes de cacao 1 cucharada de azúcar de coco y 1 de panela. Añadimos una media taza de judías ( depende de cuanta cantidad queráis hacer podéis ir aumentando), añadimos leche de almendras y licuamos.

    Vamos viendo nuestra salsa. ¿Muy líquida? Más judías, ¿Muy espesa? leche de almendras y probando la cantidad de azúcar hasta que esté a nuestro gusto. Esta salsa es la leche y vale para un montón de cosas! Después de este desayuno ha caído sobre unas peras de postre o sola como unas natillas espesándola un poco. Con todos esto ya listo montamos nuestras tortitas, un poco de chocolate y yo le añadí un plátano para redondear y un poco de crunchy de espelta para decorar . Un desayuno de 10 y con la sensación de haberme comido un chute de salud!

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    Calabacín al vapor con verduritas y curry

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    La semana pasada me la tomé de descanso de recetas. Por motivos varios no había tenido tiempo de preparar nada ni de comer en casa, así que decidí que era buen momento para descansar del blog un poco y retomar con cosas nuevas. Una semana después y con un finde con tiempo y ganas de cocinar, tengo nuevas ideas para traeros. La primera es este calabacín espirulizado. Sí, me he comprado un espirulizador de verduras y estoy encantada! Es un cacharrito que no cuesta mucho, ocupa poco espacio y da mucho juego! Os lo recomiendo. De todos modos si no tenéis uno podéis hacer la receta con el calabacín picado o en trozos.

    Pero volvamos al calabacín (espirulizado) y hecho al vapor con habas, calabaza, un poco de tofu y leche de almendras y coco al curry. Puro sabor, puro verde, vegano y mega sano así que con espirulizador o no os lo cuento!

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    Ingredientes

  • 1 calabacín
  • 1 trozo de calabaza cocida previamente
  • aprox. una taza de habas frescas
  • leche de coco y almendras o sólo de coco
  • sal
  • pimienta
  • curry amarillo en polvo
  • tofu
  • aceite de sésamo
  • Lo primero es que tengamos la calabaza ya cocida, así que poner un trozo de calabaza en el agua y a cocer. Cuando esté lista le quitamos la piel y la cortamos en dados.

    El calabacín y las habas las vamos a hacer al vapor. Si no tenéis una vaporera de bambú de los chinos ya estáis tardando en tener una. Sí aun así no tenéis un colador de metal en una cacerola debería valer. Si no, pues hacerlas en agua.

    Vamos a espirulizar el calabacín. Lo que conseguimos así es una especie de fideos de calabacín. Una vez hechos los ponemos en la vaporera con el agua hirviendo unos 2-3 minutos. Los sacamos y los pasamos por agua fría. Si no tenéis el espirulizador cortarlos a lo largo lo más finos que podáis y hacer lo mismo.

    Ponemos las habas en la vaporera unos 5 minutos. Cuando estén les quitamos la piel y los reservamos.

    Picamos el tofu en cuadraditos.

    Con todas nuestras verduras listas vamos a la sartén. Calentamos un poquito de aceite y freímos el tofu. Cuando empiece a coger color añadimos la calabaza. Añadimos las habas y el calabacín. Añadimos un chorrito de leche de coco, sal, pimienta una cucharadita pequeña de curry (no pasaros) y salteamos bien. Servimos y a ser felices!

    calabacin3

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    Gazpacho de melón e hinojo

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    Hoy un gazpacho que podríamos meter en la categoría de “otros gazpachos” y es que al margen de purismos, jugar con el gazpacho e ir variando los ingredientes es genial! No sólo por descubrir nuevos sabores y combinaciones sino por que también con eso variamos las verduras y frutas que nos tomamos y mientras más y más variado, pues mejor! Soy muy fan del gazpacho, se hace muy rápido y es una de las pocas cosas crudas y frías que parecen gustarle a todo el mundo! Así que a probar y a mezclar.

    En este caso he cambiado algunos ingredientes y ha salido un gazpacho muy fresquito con un puntito dulce que personalmente me encanta. Corred a coger la licuadora que os lo cuento!

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    Ingredientes

  • 1 o dos tomates grandes y maduros
  • 1/3 de bulbo de hinojo
  • 1 puntita de diente de ajo
  • 1 pimiento rojo alargado
  • 1 trozo de melon maduro
  • aceite de oliva
  • sal
  • pimienta
  • perejil
  • vinagre de manzana
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    Bueno esto es tan fácil como meterlo a una licuadora de vaso todo y licuar. Meter los tomates con piel quitando la raíz y cortamos el pimiento y el hinojo en trozos. El melón partido en cubos, el ajo y un poco de agua. Luego lo aliñamos. Aceite, vinagre, sal y pimienta. Unas hojitas de perejil y a licuar hasta que tenga la consistencia que nos guste y el punto de sabor que prefiramos.

    Si se queda muy líquido podéis añadirle un poco de pan, yo no le puse, pero podríamos. Si por el contrario os queda muy espeso, pues agua. Más fácil y sano, imposible!

    gazp1