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Conchiglie con berenjenas


Conchiglie o conchitas, no sé si tienen otro nombre ¿Caracolas? Bueno esta pasta o una pasta corta cualquiera sirven para preparar una buena sartén de pasta con berenjenas, tomate, cebolla, setas, un sofrito de guanciale y anchoas, ajo, pasta de tomate, apio y un chorrito de mirin o vinagre dulce. Un plato contundente para ser plato único con un punto dulce al estilo caponata que podéis añadir o no dependiendo de si os gusta el punto dulce o preferís salado a muerte. Muy fácil de preparar, sólo necesitas una sartén grande y una buena pasta. Os lo cuento!


Ingredientes

  • pasta en forma de conchas o caracolas
  • 1 berenjena
  • 1 tomate grande
  • 1 cebolla blanca
  • 2 dientes de ajo
  • 5 anchoas
  • 1 trocito de guanciale o panceta
  • aceite de oliva
  • pasta de tomate o tomate frito
  • 1 apio
  • mirin o vinagre dulce (en su defecto 1 cucharadita de azúcar disuelto en un dedo de vinagre)
  • sal
  • pimienta
  • orégano
  • setas secas o las setas que más os gusten

Vamos a picar la berenjena en dados. El apio en rodajitas finitas. La cebolla en rodajas, el ajo muy finito y el tomate en cuadraditos.

Ponemos a cocer la pasta, la hacemos justo 1 minuto menos de los que ponga en el paquete ya que la vamos a terminar en la sartén. Cuando esté lista la retiramos, la escurrimos y la reservamos.

En una sartén grande ponemos un chorrito de aceite, añadimos las anchoas y el guanciale, sólo van a servir para dar sabor así que no importa que se deshagan. Añadimos la cebolla, el ajo y el apio y sofreímos bien. Añadimos al berenjena y las setas. Añadimos el tomate y la salsa de tomate, aproximadamente 1 taza. Añadimos sal, pimienta, orégano y si nos gusta el rollo dulce un chorrito de mirin o en vinagre endulzado. Dejamos que se haga bien hasta que las berenjenas y las setas estén bien hechas. Cuando esté listo añadimos la pasta y salteamos bien. Igual necesitamos añadir un poquito de aceite de oliva para soltar. Si os queda muy espesa la salsa añadir un chorrito de agua. Servir con bien de parmesano por encima y listo!

Una sartén de pasta lista para llevar a la mesa y hacer una comida de fin de semana. Si queréis una versión vegetariana simplemente quitar las anchoas y el guanciale del sofrito y listo!

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Desayunos Dulces Fácil Uncategorized

Bizcocho de plátano y cerezas


Hoy os traigo un bizcochito para el fin de semana. Estamos empezando la temporada de cerezas y tenía unos plátanos maduros así que voilà! Bizcocho de plátano y cerezas para los desayunos. Este en lugar de azúcar normal lleva azúcar de coco que es más sanota, aporta fibra y tiene menos índice glucémico, que básicamente se traduce a que te sube menos el azúcar en la sangre. Aparte de estar buena y tener un sabor tostadito muy potente.

Lleva muy poca mantequilla (1/4 de taza) pero lo podéis cambiar por aceite sin problemas. Un bueno bizcocho desayunero, os lo cuento!


Ingredientes

  • 2 tazas de harina de trigo blanca (normalita de repostería)
  • 1-1/4 de taza de azúcar de coco o 3/4 de taza de azúcar de caña
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 huevos
  • 1 vasito de yogurt natural
  • 1/4 taza de mantequilla derretida pero no demasiado caliente o 1/4 de taza de aceite de girasol
  • 2 plátanos muy maduros
  • 1 taza de cerezas

Pre calentamos el horno a 175ºC

Enharinamos y enmantequillamos un molde de bizcocho alargado

Vamos a empezar por quitar a las cerezas los huesos y partirlas por la mitad. Una vez que esté hecho eso mezclamos en un cuenco los huevos batidos con el azúcar, el yogur, la vainilla y los plátanos bien triturados.

En otro cuenco cernimos la harina con el polvo de hornear y el bicarbonato. A la harina le añadimos las cerezas y las rebozamos bien.

Añadimos la mezcla de los plátanos a la de la harina. Añadimos la mantequilla o el aceite y mezclamos todo bien hasta tener una mezcla homogénea. Lo pasamos al molde y al horno unos unos 50-60 minutos. Comprobad con vuestro palito!

Es un bizcocho bastante húmedo por lo que tardará un poco más y el azúcar de coco hará que quede de un color dorado muy apetecible!

 

Estas fotos tan bonitas son de NSE Fotografía

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Del Mar Fácil Imprescindibles Oriental

Poke, el plato del verano

Hoy os traigo una versión libre del poke. El poke, por si no os ha llegado ninguna información mediática al respecto, es un plato tradicional hawaiano que podría considerarse una versión más abierta, barata y amigable del sushi y que incluso podría hacerle guiños al ceviche. Básicamente es una ensalada de arroz con pescado crudo, aliños y toppings o cositas que ponerle por encima. Las más tradicionales son de atún y pulpo con algas y cebolla maui, pero puede verse con tomate, verduras, cebolleta, aguacates, granos y casi cualquier cosa que tu imaginación y un buen maridaje con el pescado, acepten. Se aliña con salsa de soja, picante, vinagre, aceite de sésamo entre otras cosas, como si fuera una ensalada y aunque en su origen no tenía ese aire japo,ha sido ampliamente influenciado por la cultura japonesa en Hawai.

Está de moda en estados unidos aparentemente y sí, promete ser un plato hipster-indie de referencia. Personalmente lo de las modas me da lo mismo, en cuanto lo conocí supe que sería amor del bueno. ¿Arroz blanco, pescado crudo y cositas por encima?¿Sin tener que montar niguiris,rolls ni hacer cosas curradas? ¿Que más se puede pedir? Es fácil, es barato y está buenísimo, encima es sano y se lleva genial en el tupper al trabajo, para mi es un triunfo de plato!

Yo lo he hecho en una versión bien japo, pero se puede hacer en una versión más simplificada sin problemas.


Ingredientes

  • arroz de sushi (arroz herbóreo) En este caso a mi me encanta el arroz de sushi y lo quería así, pegajoso y aliñado, pero podéis hacerlo con arroz “normal” incluso hay quien lo hace con otro tipo de granos o arroz de grano largo.
  • atún rojo crudo (atún, salmón, pulpo, bonito, o lo que más os guste)
  • cebolleta oriental ( la parte verde larga y finita)
  • pepino
  • alga wakame
  • sésamo tostado
  • langostinos cocidos
  • pak choi
  • guisantes frescos
  • aguacate

Para el aliño

  • vinagre de arroz
  • salsa de soja
  • azúcar de caña
  • aceite de sésamo
  • sal
  • kombu
  • setas shitake

La base es preparar el arroz. Como os digo podéis hacer arroz cocido, al vapor, usar otro grano, como queráis. Yo hice arroz tipo sushi que es un arroz especial, muy corto y que se queda un poco pringoso. El arroz hay que lavarlo mucho, mucho, mucho hasta que pierda todo el almidón y el agua ya no salga blanca. Lo cocéis sólo con agua (yo lo hice en la olla arrocera). Cuando esté cocido se pasa a un cuenco grande y se deja enfriar. Para aliñar el arroz tipo sushi hay que hacer una mezcla de 1 taza de vinagre de arroz, 1 cucharada sopera de azúcar de caña y una cucharadita de sal, se mezcla bien hasta que el azúcar se deshaga. Esto es para una tres tazas de arroz (prefiero hacer bastante y guardarlo). Se le echa al arroz este aliño y se mezcla bien con unos palillos (hacen menos daño al arroz que una cuchara). Se deja enfriar y deberíamos tener luego un arroz avinagrado y un pelín dulzón, verificar si está a vuestro gusto de vinagre, sal o azúcar. Es importante que sea vinagre de arroz! El de vino es mucho más fuerte y no sabe igual. Si lo usáis, usad menos o diluirlo con un poco de agua, id probando.

Como os digo esta es mi versión, podéis hacer el arroz cocido con un poquito de sal y ya.

Picar el atún en dados o en trocitos tipo sashimi. Lavar y pelar los langostinos.

Picar la cebolleta en trocitos finos, pelar y picar el pepino en trocitos, cortar el aguacate en rodajas.

Poner en una cacerola a hervir unas dos tazas de agua y cuando hierva apagar el fuego. Poner en el agua unas hojas de alga wakame, 2 shitakes y 1 trocito de kombu y dejar que se hidraten. dejar unos 20 minutos y luego separar el wakame (ponerlo a escurrir en un colador) y colar el caldo que lo usaremos para el aliño. El kombu y los shitakes no los vamos a usar.

*Esto también es opcional, yo usé esta especie de caldo para mi aliño de luego y le da un sabor más rico pero se puede simplificar y sólo hidratar el wakame.

Lavar y cortar la base del pakchoi y lavar los guisantes frescos. En un wok o sartén poner una pizca de aceite de sésamo y saltear ambas cosas, cuando esté bien caliente y tengáis las verduras ya salteando añadir 1/4 de vasito de agua para terminar de hacerlas. Las reserváis.

Con todo esto ya hecho vamos a hacer el aliño. De nuevo este es mi aliño, podéis usar sólo salsa de soja! Yo mezclé una parte del caldo de las algas y las setas (ya colado) con vinagre de arroz, salsa de soja, una pizca de aceite de sésamo y una cucharadita de azúcar. Con esto bien mezclado hice mi aliño.

Ahora vamos a montar. Poned la base de arroz, colocar el pakchoi, guisantes, pepino, wakame y aguacate en el plato, el pescado y los langostinos por encima, la cebolleta y las semillas de sésamo tostadas encima de todo y lo aliñáis y listo! En realidad es muy simple, se puede complicar un poco más si queréis hacer la vinagreta de algas y el arroz de sushi, pero también se puede simplificar al máximo, eso ya depende de vosotros. Por mi parte visualizo un verano cargadito de estos en varias versiones, esta ha sido la primera, ya os contaré más!

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Fácil Italia

Italia, 5 recetas!

Acabo de volver de vacaciones. Los que me sigan por instagram (@fraesq) sabréis que he estado en Roma. Una semana de maravilla, arte, paseos, cultura, monumentos, belleza por mil y sobre todo buena comida! Lo de la comida en Italia es de otro planeta, lo siento, es así y después de mi peruchito país, es mi lugar favorito del mundo para comer. La calidad, la sazón, el gusto, todo… A los italianos les gusta comer, bueno no, rectifico, viven para comer y eso se nota. Así que vuelvo enamorada de todo un poco y sobre todo de su cocina y como no he tenido tiempo de preparar recetas nuevas os dejo un recopilatorio de 5 de las recetas de  inspiración italiana que tengo en el blog, como homenaje a mi viaje.

Empecemos!

Minestrone o menestrón: La sopa maestra

Carbonara real deal: sin nata

Pappa al pomodoro

Canelones de ricota y espinacas

Caponata siciliana

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Fácil Sandwiches

5 Bocatas o sanguchones


Hoy traigo un recopilatorio de 5 sanguchones, bocatas, sándwiches o lo que queráis llamarles. Aunque hago bocatas bastante a menudo, estos han sido lo suficientemente memorables como para merecer un post propio. Algunos son muy sencillos y otros tienen más trabajo pero creedme, lo merecen! En casa se cena entre panes por lo menos dos veces por semana o más, así que tenemos bastante claro que un sándwich tiene derecho a ser considerado una cena de lujo en toda regla. Aquí os los dejo,  he elegido 5 ingredientes para que haya para todos los gustos, uno de cerdo ( mi favorito), uno de ternera, uno de pollo, un vegetariano y uno de pescado. Espero que los disfrutéis, pero recordad que el 50% del bocata es el pan, así que… Conseguid uno bueno!

Butifarra: El mejor sanguche del mundo

Bocata de verduritas al grill

Sándwich de ternera con brie y cebolla

Sanguche de polloooo… (especial)

Él y ella: Bocatas rock n roll

 

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Desayunos Dulces Fácil

Magdalenas de arándanos y frambuesas

Hoy una receta que huele y sabe a primavera, a buen tiempo, a paseos por el campo y desayunos bonitos. Que viene la mejor época del año y con ella mis frutas favoritas, los frutos rojos. Me gustan todos! Pocas cosas me emocionan más que un bol de frutos rojos con nata montada o crème fraîche… Debilidad absoluta. Así que estás magdalenas, muffins o como queráis llamarles son un tributo a eso.

Son muy fáciles de hacer, la receta es igual a la de un bizcocho, lo único que hay que tener en cuenta es que las frutas hay que pasarlas por harina antes de echarlas en la masa, eso es todo. Os lo cuento.

Ingredientes

  • 2 tazas de harina de trigo blanca (normalita de repostería)
  • 3/4 de taza de azúcar de caña integral
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 huevos
  • 1 vasito de yogurt natural
  • 1/4 taza de aceite de girasol
  • moldes de magdalenas
  • papel de horno
  • 1 taza de arándanos
  • 1 taza de frambuesas

Pre calentamos el horno a 175ºC. Mis moldes son de metal, así que cortamos cuadrados de papel de horno y forramos nuestros moldes de magdalenas para no tener que fregar después. Si tenéis moldes de papel o de silicona esto no hace falta.

Mezclamos en un cuenco los huevos, el azúcar y el yogurt y añadimos la esencia de vainilla. Cernimos la harina con el polvo de hornear y el bicarbonato. Añadimos mitad de la harina a la mezcla y la mezclamos bien. A la otra mitad de la harina le añadimos las frutas y hacemos que se enharinen bien. Cuando estén bien enharinadas las añadimos a la mezcla y añadimos el resto de la harina. Añadimos el aceite y mezclamos bien todo hasta tener una masa homogénea.

Rellenamos los moldes hasta 3/4 de su capacidad (esto es importante para que hinchen bien). Los metemos al horno y dejamos unos 30 minutos más o menos. Comprobamos que estén doradas por arriba y la masa esté seca con un palito. Las sacamos y las dejamos enfriar en rejilla y fuera de los moldes (a menos que sean los de papel).

Enjoy!

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Muy fácil Vegetarianos

Chifles o plátano frito


Hoy os traigo una receta bien tropical! Por las tierras sudamericanas nos mola el plátano, esto es así. Con el debido respeto al plátano de canarias (que está muy rico), tengo que hacer una necesaria aclaración de que los plátanos “bananas” que le llaman en España, que vienen del continente Americano no son una demostración de los plátanos que hay en America.

No, amigos no.La denostada banana verde y cogida antes de tiempo que llega a estas tierras no representa el plátano en America. En America hay unos plátanos maravillosos, dulces, sedosos, grandes pequeños y muchas variedades que se usan para distintas cosas. En Perú tenemos plátanos como el de canarias, el Cavendish, pero además hay localidades con hasta 20 variedades distintas de plátanos. Plátano rosa, de la isla, manzano, pequeños, grandes, el macho, rojo… En fin, mucho y muy ricos y algunos de ellos, con usos específicos.

Uno de ellos es el plátano macho, ese plátano verde gigante, de piel gruesa y duro como una patata que espero que no hayáis intentando comer crudo nunca. El plátano macho es el plátano de freír por antonomasia. Patacones, plátano frito, tacacho, chifles… En los distintos países de Latinoamérica hay distintos nombres y distintas preparaciones para ellos. Una de mis favoritas son los chifles o plátano frito que es uno de los aperitivos estrella de mi país y es increíblemente fácil de hacer así que si os cruzáis con un plátano macho por el camino, podéis probar, os va a gustar fijo! Os lo cuento.


Ingredientes

  • plátano macho
  • aceite de girasol
  • sal
  • papel de cocina

Esto es muy simple. Hay que pelar el plátano y cortarlo en láminas muy finas. Si es muy grande partirlo por la mitad a menos que tengáis una sartén gigante. Yo lo hago en mitad y luego a láminas. Una láminadora ayuda, pero un cuchillo bien afilado y paciencia lo consigue también.

Una vez que tengamos las láminas cortadas, calentar aceite de girasol (una buena cantidad) y freír. Ninguna ciencia, cuando estén doraditos los pasamos a un papel para escurrir la grasa y luego sal y a disfrutar! Esto con una cerveza previo a un ceviche, es pura vida amigos!

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Desayunos Dulces Intermedio, un poco más de trabajo

Chiffon cake

Os presento mi nueva adicción, el chiffon cake. Este bizcocho es la pera limonera de la vida. Es literalmente como comer una nube, es ligero, esponjoso, delicioso y fácil de hacer, os lo digo, todo el mundo necesita un chiffon en su vida! Si a eso le sumas nata montada casera y unas fresas ya… Bueno, el cielo!

Este bizcocho del cielo lo inventa un tal Harry Baker en Hollywood allá por 1927, mantiene su receta secreta durante 20 años hasta que finalmente se la vende a General Mills que por suerte para el resto, la comparte con el mundo. Hay varias versiones de chiffon, unas con levadura química y bicarbonato, unas recetas enormes de 10 0 12 huevos…A mi me ha costado dar con una receta que fuera la perfecta para mi, que es sólo de 4 huevos con lo que sale un bizcocho pequeño (un molde de 17cm) que para dos es perfecta y que no lleve levadura. Esta receta es de un libro japo y funciona genial.

Una cosa importante del chiffon es que necesita un molde especial.Yo al final me he comprado uno, pero la primera prueba la hice en un molde de bizcocho normal de los de agujero en el centro y con las paredes altas. Es importante el molde ya que primero no se engrasa para que la masa se pegue al molde se mantenga alto y por otro lado hay que ponerlo de cabeza para que no se baje y el molde de chiffon trae unas patitas para hacer esto, si no tiene patas también se puede hacer pero siempre se necesita un molde de agujero en el centro o de corona.

Dicho esto que suena a complicado pero no lo es (en serio), os lo cuento.

Ingredientes
Para un molde de corona de 17cm

Masa

  • 4 yemas de huevo
  • 30g de azúcar blanco (yo he usado integral sin problemas)
  • 65ml de leche
  • 55ml de aceite de girasol
  • 70gr de harina repostera
  • vainilla o ralladura de naranja * opcional

Merengue

  • 4 claras de huevo
  • 60 g de azúcar blanco (también he usado integral sin problemas)

 

Pre calentar el horno a 180ºc. Separar las yemas de las claras. Poner las yemas en un bol y añadir el azúcar batiendo con unas varillas hasta que se blanqueen las yemas. Aquí si queremos, podemos ponerle ralladura de naranja o esencia de vainilla, pero podemos no ponerle nada y está igual de rico. Luego sin dejar de remover con las varillas añadir la leche, el aceite y la harina hasta tener una masa bien homogénea y reservarla.

En la batidora vamos a poner las claras a montar. Ponerlas a velocidad media hasta que espumen, añadir una parte del azúcar. Subir de velocidad y añadir poco a poco el resto del azúcar. Poner a velocidad máxima hasta que estén firmes. Las necesitamos bien montadas y firmes.

Con esto hecho cogemos el cuenco de la masa de las yemas y el de las claras montadas. Vamos a mezclar ambos muy despacio y de a pocos. Ponemos sólo un poco de las claras montadas en el cuenco de la masa de yemas y revolvemos bien para soltar un poco la masa. El resto de las claras las vamos añadiendo poco a poco y con movimientos envolventes y lentos hasta que lo incorporemos todo y quede una masa homogénea. Es importante hacer esto despacio y de abajo hacia arriba para no quitar aire a las claras montadas, si lo batimos muy rápido y fuerte se van a deshinchar y no queremos eso, así que con amor y paciencia.

Cuando esté bien incorporado lo ponemos en el molde, importante, sin engrasar! Si engrasamos el molde la masa no se sujetará a las paredes y se caerá el chiffon! Ponemos la masa, le damos un pequeño golpe contra la encimera para sacar burbujas grandes de la masa y lo metemos al horno unos 30-35 minutos.

Importantísimo! No abrir la puerta del horno!Esto es como un soufflé si la abrimos, se desinfla…

Cuando esté listo y doradito, hacemos la prueba del palito (uno largo que en bizcocho es alto) para ver que esté perfectamente hecho y lo sacamos del horno. Lo ponemos de cabeza. Si tenemos un molde con patitas genial, si no, ponemos una botella en el agujero del molde y se queda de cabeza perfectamente!

Dejamos que se enfríe de cabeza para que no se aplaste. Una vez que se enfríe lo sacamos con mucho cuidado, es muy frágil, hay que pasar un cuchillo, de preferencia liso por los bordes y con cuidado lo volteamos. Le damos un golpe seco y debería salir sin problema.

Al no engrasar el molde el bizcocho queda un poco desconchado, esto es normal y hay que ser muy pro para que salga perfecto y sin marcas… Así es el chiffon.

Con esto, todo listo! El chiffon se bajará un poco con el paso del tiempo, puede que se caiga un poco a un lado, no pasa nada. Si queréis montar la fiesta, montar un poco de nata y comprar unas fresas y a disfrutar!


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Fácil Teoría

Freír es un acto de amor


Esto no es una receta, es casi un manifiesto o más bien algunos consejos de cosas que he ido aprendiendo desde la primera vez que intenté freír (con el horror que me suponía) hasta llegar a este punto en el que me encanta hacerlo. Freír es un acto de amor. Eso es todo lo que se necesita para freír bien. Amor y paciencia.

La primera vez que intenté freír algo fue como una película de terror. Salpicaduras de aceite por todos lados, quemaduras, cosas quemadas y crudas por dentro, olor a chamusquina… En fin, os hacéis a la idea. A mucha gente le horroriza freír por este tipo de escenas pero en realidad en cuanto aprendes unos cuantos trucos es bastante placentero.

En este caso hice dorada, lo mismo vale para cualquier pescado o carne o lo que sea que queramos freír. No tengo un master en la materia pero estas son las cosas que he aprendido y que hacen que ahora mis pescaditos fritos estén de lujo!

  1. Las cosas pasadas por harina: Puede ser cualquier harina, usualmente uso trigo pero también he usado otros tipos con buenos resultados incluso he usado semolina y quinua. La harina, harina y huevo, harina y cerveza o cualquier tipo de empanado o rebozado protege la carne o el pescado del aceite y le deja esa corteza crujiente que es amor.
  2. La cacerola: Usar una cacerola en lugar de una sartén a mi me cambió la vida. Una cacerola no muy grande te permite tener más volumen de aceite y paredes más altas (menos salpicaduras). Si usas una sartén que sea grande y pon pocas piezas a la vez. Necesitan espacio.
  3. Pocas cantidades: Mejor freír de uno en uno o de 2-3 como máximo a la vez. Si metes todos a la vez se enfría el aceite, no tienen sitio y salpica todo más.
  4. Aceite a temperatura media: Yo lo pongo primero un poco más fuerte y luego lo bajo. Temperatura media constante para que no se queme por fuera y se quede crudo por dentro, es mejor que vaya despacito.
  5. Limpiar el aceite: Cada tanto si se ensucia mucho de restos de harina coger una cuchara y un colador y limpiarlo un poco.
  6. La sal después o en el rebozado.
  7. Papel de cocina: Básico, todo se pasa por papel para escurrir el aceite!
  8. Tiempo: Freír toma tiempo, hacemos poquitos, a temperatura no tan alta, vamos con paciencia hasta que freímos todo… Es un acto de paciencia y de estar observando, como te descuides y te pongas a otra cosa, quemado!
  9. Chisporroteo: El aceite debe chisporrotear. Para saber si está listo meter un trocito de pan o de patata a ver si lo hace. Si no, se os cocerá!
  10. Ponerle cariño!

Y esto es lo que os puedo contar de mi experiencia y mis trucos para freír. Con esto me quedan unos pescaditos fritos, milanesas y patatas que me hacen a mi ( y a otros) bastante feliz. Si tenéis algún truco, contadlo!

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Chirlas en salsa


Hoy una receta sencilla y muy de fin de semana sin complicarse mucho, unas chirlas (que lo mismo podrían ser almejas, mejillones, conchas o lo que se quiera…) en salsa. En salsa, es una expresión muy local que me hace gracia, siempre me pregunto ¿En salsa de que? Pues en salsa de perejil y ajo o salsa verde en este caso. Esto no tiene ninguna ciencia y con un buen vino blanco y un poco de pan hace una comida bastante festiva! Os cuento mi versión…

Ingredientes

  • 1/4 de kilo de chirlas
  • un manojo de perejil
  • 2 dientes de ajo
  • vino blanco
  • mantequilla
  • aceite
  • harina
  • sal
  • pimienta
  • agua

Ponemos a remojar las chirlas en agua con sal y vinagre para lavarlas bien dejarlas un par de horas allí metidas.

Picamos el perejil y el ajo muy finitos. Con las chirlas ya lavadas y escurridas vamos a poner en un cazo (lo suficientemente grande para que entren bien las chirlas) un chorrito de aceite de oliva y una cucharada de mantequilla. Cuando empiece a chisporrotear echamos el ajo y lo doramos. Añadimos una cucharada sopera de harina y removemos bien y muy rápido para que la harina se tueste un poco pero que no se queme. Añadimos 1 vaso de vino blanco y añadimos las chirlas. Removemos un poco, añadimos el perejil, sal y pimienta. Añadimos medio vasito de agua y dejamos que las chirlas se hagan removiendo de rato en rato para que no se nos queme la salsa. Si vemos que se nos seca mucho, añadir más agua!

Cuando las chirlas estén bien abiertas y la salsa con la textura de salsa, esto ya está! Lo servimos y a disfrutar!

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Caponata siciliana

Hoy un clásico de la cocina italiana, siciliana para ser más exactos, la caponata. Tenía yo ayer por la tarde una berenjena gigante y ninguna idea clara de que hacer con ella y mirando recetas con berenjena apareció esta maravilla y oh sorpresa! Tenía los ingredientes y no era muy complicada, así que manos a la obra y listo! Caponata para cenar, comer y y re-cenar.

Este plato se suele servir como guarnición, se come frío o templado (o si quieres caliente) pero frío está de muerte. Sobre una rebanada de pan es la gloria. Es sencillo aunque tiene sus pasos y lo mejor es que de un día para el otro está más buena aún! Yo diría que es un primo del pisto pero eso son conclusiones mías…

Sea como sea está de muerte! Así que sin más os la cuento. Hoy las bonitas fotos son de NSE-fotografía!

Ingredientes

  • 1 berenjena grande
  • 2 ramitas de apio
  • 2 tomates pequeños y maduros
  • 1/2 cebolla blanca grande
  • 1 diente de ajo
  • aceite de oliva virgen
  • sal
  • pimienta
  • azúcar
  • aceitunas verdes sin pepa
  • perejil
  • alcaparras (yo no tenía así que no le puse)
  • 1 taza de tomate triturado
  • vinagre de vino blanco

Lo primero es que esta receta se hace por partes. Os cuento como la hice yo. Primero vamos con la berenjena, le cortamos las puntas y la cortamos a lo largo en 3 partes y luego a lo ancho en varios trozos no demasiado finos ya que la berenjena se deshace mucho y si la cortamos demasiado pequeña, carga demasiado aceite quedando muy aceitosa. Así que trozos grandecillos (que no enormes) 2 o 3 cm. por lado más o menos. Las colocamos ya cortadas en un cuenco grande y las mezclamos con sal, hay que dejarlas media hora con sal para que drenen.

Mientras eso se hace, picamos el apio en trocitos y lo ponemos a cocer en agua. No es necesario que quede demasiado cocido, lo suficiente para blanquearlo. Cuando esté lo escurrimos y lo reservamos.

Picamos la cebolla y el ajo pelado. Quitamos la piel a los tomates y los cortamos en dados. Picamos el perejil. Ponemos a sofreír en aceite de oliva la cebolla y el ajo, añadimos los tomates y cuando estén empezando a dorar añadimos el tomate triturado. A este sofrito le añadimos sal, pimienta, 2 cucharadas de azúcar, un chorrito de vinagre y removemos bien. Añadimos las aceitunas y las alcaparras si las tenemos. Dejamos reposar.

Lavamos la berenjena para quitarle un poco la sal. La escurrimos y la secamos bien con un paño. Calentamos aceite de oliva en una sartén y freímos las berenjenas bien a fuego medio alto. Que se doren bien y cuando estén las pasamos a un plato con papel de cocina para escurrir el aceite, no queremos que el plato sea muy aceitoso y este paso es importante!

Cuando tengamos listas las berenjenas las añadimos a nuestro sofrito, añadimos el apio y el perejil, dejamos hacer unos 5 minutos más en la sartén ya todo junto. Apagamos y dejamos reposar para que enfríe un poco antes de servir, si aguantamos hasta el día siguiente mejor!

Esto, un par de trozos de pan y un vinito y a transportarse a Sicilia!

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Ramen improvisado y como hacerte uno

Esto más que una receta es una formula. Es un ramen muy poco canónico y bastante de aprovechamiento pero por lo bueno que estaba creo que os puede dar muchas ideas para resolver cenas así que voy a lanzarlo. El ramen es una sopa de fideos de origen chino aunque la versión más popular en occidente sea la japonesa. Realmente el ramen llega a Japón por los años 50 como plato chino, es sencillamente una sopa de fideos. Tiene tres piezas clave, los men o fideos, la sopa, y el gu o acompañamiento que se añada al plato. Hasta aquí todo muy sencillo, ¿verdad?

Los fideos
Los fideos suelen ser de trigo o huevo y en el caso de los japos más anchos. Yo para este plato use unos udon de trigo que tenía en casa, de preferencia se usan frescos pero si no tenéis unos fideos secos orientales bastarán. Los fideos que suelen venir en los paquetes de ramen que venden instantáneo unos un poco ondulados o unos udon los conseguís en las tiendas de alimentación orientales y en muchos súper mercados también los tienen.

La sopa
Según el tipo de sopa o caldo que hagamos cambia el tipo de ramen. Personalmente creo que el caldo es lo que define un buen ramen de uno malo. Los tipos de sopa para ramen clásicos son estos.

Shōyu: Caldo de pollo, al que se le agrega un par de cucharadas de espesa salsa de soja al ser servida y rayu (extracto de pimiento rojo con óleo de sésamo) al gusto.
Tonkotsu: Hecha a base de huesos de cerdo, tiene bastante cuerpo y contenido graso.
Miso: Se prepara generalmente a base de pollo, y se mezcla con alguna variedad de miso al ser servida.
Shio: La más simple de todas las variedades, y en la que se siente la mayor influencia china.

Yo os propongo hacer un buen caldo de huesos con consistencia, si no tenéis el tiempo un buen caldo de pollo o ternera os funcionará también.

Gu
Acompañamientos. Podría ser cualquier cosa. Las opciones más comunes son huevos hervidos, encurtido de tronco de bambú, nori, wakame, rebanadas de cerdo, cebollín, naruto, kimuchi y verduras hervidas… Entre otras cosas. Verduras y trozos de carne suele ser lo más habitual. En base a que tengamos a mano o como nos guste más podemos tirar de cerdo, pollo, col, cebolleta, en fin… Aquí hay libertad!

Mi ramen de aprovechamiento
En mi caso tenía udon en casa. Había hecho un caldo de huesos y me sobró un poco de cochinillo asado de Segovia (sí, cochinillo al ramen y estaba de muerte). Mis acompañamientos fueron un huevo cocido y un poco de col,soja y ya. Sencillo y delicioso.

En mi caso hice un caldo de huesos de ternera y cerdo al que le añadí un montón de verduras y lo tuve en el fuego unas 4 horas. No lo hice para el ramen! Lo hice por que tiro mucho del caldo y me gusta hacer el mío. Creo que vale la pena hacer un buen caldo y guardarlo. Si os animáis vuestro ramen ganará mucho, si no, pues comprad uno bueno y que sea lo más natural posible.

Con el caldo hecho. Vamos a poner a cocer un poco de col en una cacerola con agua. Cuando esté cocida (no es necesario que se deshaga) la escurrimos y la reservamos. En otra cacerola cocemos el huevo o los huevos hasta que estén cocidos, los pelamos y los reservamos. Luego en una olla aparte vamos a cocer la pasta. La cocemos al punto y la escurrimos, también la reservamos.

Esto es un poco de ir por partes y luego juntarlo todo. Con todo eso preparado nos ponemos con la carne. En este caso como os digo tenía unos trozos de cochinillo asado que le quedaron geniales pero si no lo hubiese tenido mi opción habría sido unos trozos de cinta de lomo a la plancha o un poco de pollo salteado, podría poner también trozos de ternera salteada. Es importante que la carne esté en trozos comibles con cuchara y que esté salteada o asada, le va a añadir sabor al ramen. No es una sopa de pollo hervido de enfermo!

Con la carne lista juntamos en una cacerola el caldo, la col, la carne y la pasta. Añadimos un poquito de salsa de soja o de miso si os gusta. Servid y poned medio huevo cocido en cada plato, si tenéis cebolleta o cebollino, un poco picado por encima sería la pera y listo! Como veis este plato es más que adaptable! Y puede solucionar muchas cenas! Yo siempre suelo tener pasta oriental en casa para aprovechar cuando tengo un buen caldo y hacerme uno de estos, os lo recomiendo.

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Tortitas de chocolate sin gluten


Hoy es semana rara ya que hemos tenido puente y es como martes/lunes así que estamos un poco descolocados o al menos yo. El puente ha estado genial, tres días de descanso, aprovechar de ir de paseo, volver a Segovia en mi caso, comerme un cochinillo, preparar judías, tiempo primaveral y por supuesto desayunos estupendos. Los fines de semana son mis días favoritos (como para todos) especialmente por los desayunos que puedo hacer. Soy de levantarme bastante pronto y con mucha hambre con lo cual me da tiempo a preparar siempre cosas ricas (hasta que el novio se levanta).

Este finde han tocado tortitas. Llevaba mucho sin hacerlas ya que se me había acabado el sirope de arce y sí, soy una clásica y sólo me gustan con sirope de arce para desayunar, así que ahora que lo tengo a darle a las tortitas como si no hubiera un mañana!

Estas tortitas tienen unos cambios, por un lado son sin gluten, están hechas con trigo sarraceno, por otro lado llevan cacao en polvo en la masa para hacerlas chocolatosas y por encima aparte del sirope llevan unas manzanas salteadas para darles más alegría!

Os las cuento.

Ingredientes

  • 1 tazas de harina de trigo sarraceno
  • 1/2 cucharadita de polvo de hornear
  • 1 pizca de sal
  • 2 cucharadas de azúcar de coco
  • 2 huevos
  • leche de avena
  • 2 cucharadas grandes de cacao puro
  • aceite de coco
  • mantequilla
  • sirope de arce o miel de maple
  • 1 manzana reineta
  • canela
  • vainilla

Vamos a hacer la masa. Ponemos la harina y el polvo de hornear en un cuenco. Añadimos los huevos, 1 cucharada de azúcar de coco, una pizca de sal, el cacao y mezclamos todo bien, quedará una masa un poco densa y la soltamos con la leche de avena, calculad una media taza (podéis usar leche de vaca o lo que queráis) de entrada echad un chorrito de leche hasta que tengan una consistencia de masa de tortitas, si hace falta aumentad. No debe ser demasiado líquida, ni demasiado espesa… Lo suficiente para que en la sartén al girarla se expanda bien.

Vamos con la manzana, la pelamos y la cortamos en trozos. En una sartén calentamos una cucharadita de aceite de coco y salteamos las manzanas con una cucharada de azúcar de coco, una pizca de canela y un chorrito de vainilla. Cuando estén bien salteadas las reservamos.

Luego a hacer las tortitas, esta vez las he hecho con aceite de coco en lugar de mantequilla y quedan geniales, pero podéis hacerlas con mantequilla si preferís. Calentamos la sartén, ponemos una pizca de aceite de coco, lo expandimos bien con un pincel y vamos haciendo las tortitas. Mi medida suele ser un cucharón de servir sopa, de ahí que la consistencia tenga que ser lo suficientemente líquida. Las tortitas se hacen una a una y con amor. Las que estén listas las vamos colocando en un plato y las tapamos con un trapo de algodón para que se mantengan calientes.

Servimos con las manzanas salteadas por encima, un dadito de mantequilla y sirope de arce y a disfrutar del desayuno!

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5 Recetas peruanas!

Hoy os traigo un 5 de… Recetas peruanas! Sí, ya hace un año que estuve en Perú por ultima vez y sí, estoy con un mono que no puedo con mi vida, así que para celebrar (mi mono) y lo que echo de menos mi comida, un recopilatorio de 5 recetas más peruchas que yo. Hay un poco de todo, ceviche, tiradito, un sanguche que no puede faltar, lomo saltado y un pastel de choclo para acompañar. Os dejo los links y a peruchear un poco, yo desde luego seguiré soñando con un viaje a Lima que no termino de concretar pero que ya llegará.

Butifarra: El mejor sanguche del mundo

Tiradito baby!

Pastel de choclo y papa (maíz y patatas)

Ceviche de corvina

Lomo saltado peruano

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Bizcocho de zanahorias y naranja con harina de maíz

Hoy os traigo un bizcocho diferente. Yo siempre ando en mi búsqueda de hacerlos más sanos y por ende más aptos para comer a diario. Esta vez he querido probar cambiando el tipo de azúcar por la de coco, que como os conté en el post de la tarta de manzanas salteadas, es bastante más saludable que el azúcar de caña ya que aumenta menos los niveles de azúcar en sangre y tiene un aporte de nutrientes y algo de fibra que el azúcar de caña no tiene. También he querido probar con otras harinas y he añadido a la receta harina de maíz lo cual baja la cantidad de trigo refinado y le da un sabor y una textura especial. Aparte de eso lleva kefir, he cambiado la mantequilla por aceite de coco y he añadido un poco de frutos secos para llenar el bizcocho de cosas buenas.

Os cuento como hacerlo.

Ingredientes

  • 1 taza de harina de trigo repostera
  • 1 taza de harina de maíz
  • 1 cucharadita de bicarbonato
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 2 cucharadas grandes de aceite de coco
  • 2 zanahorias grandes
  • ralladura de 1 naranja + el zumo
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 2 huevos grandes
  • 1 taza de kefir ( yo usé de vaca, si no podéis usar yogurt natural)
  • 1/2 taza de semillas de lino
  • 1/4 de taza de pasas sultana sin pepita
  • 1/4 de taza de pipas de girasol ya peladas y crudas
  • 1 pizca de sal
  • 1 taza de azúcar de coco

Ponemos en un cuenco grande la harina de maíz y cernimos la harina de trigo con el polvo de hornear y el bicarbonato. En otro cuenco mezclamos los huevos con el kefir, el azúcar, la vainilla, la ralladura y el zumo de naranja. A esta mezcla húmeda le añadimos las dos zanahorias ralladas. Añadimos el aceite de coco, las pasas y las semillas y lo mezclamos con las harinas hasta tener una masa bien homogénea. Mi masa estaba bien de textura pero si os queda muy seca añadid un chorrito de leche de almendras, de avena o la que prefiráis.

Preparamos un molde alargado untándolo bien con aceite de coco y harina, como enmantequillar pero con aceite de coco.

Pre calentamos el horno a 175ºC

Ponemos nuestra masa en el molde, yo le puse unas rodajas muy finitas de naranja para decorar y al horno unos 50 minutos aprox. Probad con vuestro palito.  Lo sacamos y lo dejamos enfriar en rejilla.

Un aviso, las pipas o semillas a veces por una reacción química en el horno ( que no me pidáis que os explique, porque no… ) se pueden poner verdes o azuladas, esto es normal, no les pasa absolutamente nada! Con esto advertido, ya que las mías se pusieron bastante verdes, que lo disfrutéis!